Málaga

Málaga se viste de Carnaval

  • El pasacalles inunda de confeti e ilusión las calles de la capital

  • Payasos por los aires, 'drag queens', piratas de batucada, arlequines o deportistas de élite presentes en el pasacalles

Fotos del Carnaval de Málaga

Fotos del Carnaval de Málaga / J. Pedrosa | J. L. Pérez (Málaga)

Subiendo calle San Jacinto se escuchan las bandas calentar, percusiones marcando el ritmo de la que será la cabalgata de Carnaval en unos minutos. Familias enteras esperan en el Puente de la Esperanza para ser las primeras en ver los disfraces y carrozas del pasacalles.

Algunos niños se sientan en las aceras vestidos de astronautas, princesas o piratas. Jóvenes pasan a toda prisa con bufandas y camisetas del Málaga, van camino de La Rosaleda y no quieren llegar tarde al templo en el primer partido post jeque. A Al-Thani tampoco se le vio en el pasacalles del Carnaval, por si quedaba alguna duda. Morado, rojo, azul y verde son los colores de las banderolas que anuncian la llegada de la ilusión.

Momo, la mascota del Carnaval desde hace cuatro años, lanza confeti a los niños. Arlequines con zancos bailan al ritmo de Juan Luis Guerra y custodian unas enormes meninas hinchables; se acercan a saludar a los pequeños, que quieren tocar los colores primarios de sus disfraces. Mondrian estaría orgulloso.

Detrás de las meninas, soldaditos de plomo desfilan sobre ritmos circenses. Un grupo de Mujeres Maravilla hace gala del empoderamiento femenino con bailes latinos y tras ellas las Drag Queens lucen colorido al ritmo de una charanga interpretada por los irreducibles galos de Astérix y Obélix. Más tarde tocarían temas más actuales, que, sin duda alguna, hubiesen sorprendido a los romanos en sus múltiples fracasos de conquista.

Un grupo de payasos endiablados salta por los aires entre las ovaciones de un público entregado. Vienen del Gym Victory, de Rincón de la Victoria. Llegaban de participar en un programa de talentos de la televisión. No defraudaron a los que exclamaban “¡atento, atento, que por ahí vienen los payasos!”. De amarillo y maquillados como el famoso protagonista de la novela It de Stephen King.

Al ritmo de Lola Índigo y de Daddy Yankee, saltaban, hacían ruedas y llevaban una coreografía en la que no faltaron los espectaculares saltos impulsados en los que algunos de los allí presentes temieron porque pudiesen rozar las luces de Carnaval en la céntrica calle Larios.

De los personajes de la animada Coco a un grupo de bailarinas caribeñas pasando por un grupo de deportistas olímpicos que saltan al ritmo de la banda sonora que puso Shakira al Mundial de Sudáfrica. Los disfraces son variopintos y no faltan los pasos de baile con ritmos que nos transportan a Copacabana.

La batucada la puso un grupo de piratas con camisas blancas, chalecos roídos, pantalones bombachos y sombreros de copa con unas gafas futuristas. La percusión levantó el ánimo de los pocos que quedaban adormilados, tanto jóvenes como mayores movían los pies al ritmo frenético que marcaban los tambores.

Astronautas juguetean con los niños a ambos lados de las aceras, que corren a rodear las manzanas para intentar ver la cabalgata en otro punto. Los días de fiesta todo sabe a poco. No es difícil ver a los mismos grupos de gente corriendo hacia Plaza de la Constitución, calle Madre de Dios o, para terminar, Plaza de la Merced. Buscando hacer las mejores fotos o los más nítidos vídeos. Llevar a casa los recuerdos más vívidos de niños en sus primeros carnavales o de mayores que reviven esa ilusión de las primeras veces.

Para el deleite de los presentes a la llegada a Plaza de la Merced no acabó ni mucho menos la fiesta, un carrusel de coplas cerró la noche, que sólo es un punto y seguido a esta semana en la que se seguirá viviendo el Carnaval.

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