Malagueños de récord
El libro de los 'Guinness' recoge tres marcas realizadas en Málaga · Un aficionado al golf tiene más de 5.000 palos en su restaurante · Otro prefiere los belenes y tiene 1.500 en casa


Unos son oficiales. Otros ya han prescrito porque alguien los superó. Algunos fueron por una causa justa. Y muchos son los que se quedan en meras aficiones llevadas al extremo. Pero la provincia de Málaga está llena de personajes de récord por una u otra cosa. El deporte, el coleccionismo o el afán de superación son el inicio de metas que nadie ha superado en todo el mundo. Eso sí, por ahora sólo hay tres marcas en el libro Guinness de los Récords: la mayor participación en un día en un torneo de golf, en el hotel La Cala Resort, en Mijas; la mayor colección de palos de golf, posesión de Robert Lantsoght (dueño del restaurante Casa Roberto, en Fuengirola); y el de las piernas más largas del mundo, en posesión de Svetlana Pankratova, rusa pero que comprobó su plusmarca en Torremolinos.
El último de los récords conseguidos fue el 22 de julio de 2007. Ese día, 614 golfistas se reunieron para jugar en el hotel La Cala Resort, consiguiendo la competición con mayor número de jugadores en un día. El evento consiguió sumar 18.000 euros que fueron destinados a Unicef, según explicaron fuentes del establecimiento hotelero. Con este deporte también está relacionado el récord de Robert Lantsoght, que tiene más de 5.000 palos de golf. Aunque su colección fue comprobada en el año 1992 por 4.393 unidades. "El golf está de moda en la Costa del Sol y los compro en cualquier sitio, pero sobre todo en los mercadillos y otros también son regalados", admite el dueño del hotel Casa Roberto, donde se encuentran la mayor parte de palos. Su hijo ahora es jugador profesional en el circuito. Además, en las paredes del establecimiento también tiene más de 8.000 firmas de clientes anónimos y famosos.
Para el siguiente récord hubo que esperar hasta el 8 de julio de 2003. Ese año los responsables de Guinness verificaron en Torremolinos que la rusa Svetlana Pankratova tenía unas piernas de 132 centímetros, las más largas del mundo, quitándole el puesto a Adriana Karembeu. La mujer, que trabaja en la provincia como agente inmobiliaria, aún conserva su marca como demostró hace unos días en la Quinta Avenida de Nueva York.
Un mes después, el malagueño Antonio Requena conseguía un récord Guinness, pero lo hizo en la localidad de Jokosberg, en Suecia. El 28 de agosto de 2003 pedaleó durante 36 horas seguidas en una bicicleta de spinning. En su proeza pudo reunir alrededor de 36.000 euros para la asociación sueca de niños con cáncer. "La verdad es que fue algo maravilloso y de mucha responsabilidad", asegura Requena, que se vio obligado a parar por recomendación médica: "cuando llegué a 36 horas confundí un mechero con un plátano y daba respuestas sin sentido", subraya este gran aficionado al ciclismo. Poco después un australiano alcanzaría las 72 horas y Requena se propuso igualarlo igualmente con tintes benéficos, pero, curiosamente, la operación Malaya acabó con sus ilusiones. "El dueño del gimnasio donde trabajaba y que me patrocinaba estaba relacionado con el caso y los patrocinadores se negaron a seguir adelante", afirma, mientras dice que todavía no ha cesado en su empeño: "aún tengo tiempo y cualquier día lo intento otra vez", concluye.
A partir de ahí hay un amplio abanico de malagueños con marcas espectaculares. Es el caso de José Manuel García, que tiene en su casa nada menos que 1.500 belenes, "y un sinfín de figuritas", explica él mismo. "Tengo una gran habitación en el sótano exclusiva para la colección", añade este malagueño, que dice que empezó con esta afición a los 7 años. Con un poco más de edad, con 21 años, comenzó José Manuel Escalona a donar sangre. Y ahora, a sus 42 años, ha superado el centenar de ocasiones. "Al final es algo que te gusta. A mí me sienta muy bien donar sangre, me purifico y además echo una mano a alguien", asegura este fuengiroleño que ahora participa también en programas para donar plasma o plaquetas. Lo único que ha pedido en este tiempo es que no le digan a quién va dirigida su sangre. "Saber que va para una pequeña de 4 años o casos así me entristecen mucho y prefiero no saberlo", indica, mientras quita importancia a sus 103 donaciones y subraya que en la capital hay gente que ha dado su sangre 130 ó 140 veces.
Por el camino se han quedado las intenciones de otros muchos que quisieron lograr entrar en el Guinness. Entre ellos, la creación de un gran roscón de Reyes en Fuente de Piedra o los retos del ciclista de San Pedro Alcántara José Antonio López Gil: reunir a más de 300 ciclistas practicando ciclismo indoor o la de pedalear durante 48 horas seguidas. Tiempo habrá.
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