Mantener un vergel de flores a pesar del calor

En agosto, el jardín se convierte en una auténtica fiesta de colores y fragancias. Durante las próximas semanas se podrá disfrutar de un rincón verde o del balcón como una sala de estar adicional y, de esta forma, deleitarse con calurosas noches veraniegas. Sin embargo, para que durante estas fechas el jardín mantenga todo su brillo es necesario seguir unos sencillos consejos que el experto en paisajismo Fernando Pozuelo se encarga de ofrecer. Por ejemplo, se debe prestar especial atención a las altas temperaturas que se dan a lo largo del día -pudiendo marchitar algunas plantas- y su nueva turgencia y tersura a primera hora de la mañana gracias a la humedad y frescura del rocío. Debido a este clima será fácil encontrar hongos y diversas plagas como la araña roja, el pulgón o mosca blanca entre otras, que no supondrán mayor problema, siempre y cuando se utilice un método fitosanitario como un producto polivalente con acción insecticida-fungicida-acaricida. Especial atención habrá que prestar al cacyreus marshalli (mariposa del geranio), cuya fumigación preventiva a los primeros síntomas será el único método eficaz para prevenirla.

Algunas de las especies florales no arbóreas que más se suelen utilizar para plantar en los jardines de Andalucía son los geranios, gitanillas, jazmines, dama de noche, buganvillas, lirios, rosales, alhelíes, entre otros. Estas plantas son especialmente adecuadas para este tipo de superficie, ya que son capaces de aguantar grandes exposiciones al sol. El riego es otro aspecto importante a tener en cuenta y que es necesario vigilar debido a la escasez de precipitaciones en esta Comunidad, aunque este año, durante la primavera, las lluvias han sido abundantes. En este sentido, es importante recordar que no se puede dejar de regar el jardín, siempre en las horas más frescas del día -a primera hora de la mañana o a última de la tarde- y que se deberán aumentar los riegos sobre todo en los días de más calor.

El control de riego es un factor vital para garantizar el adecuado desarrollo de las plantas y se debe hacer según las condiciones del jardín, su orientación, las especies que haya plantadas y la estación del año. En caso de tratarse de sistemas de riego automáticos se deben revisar especialmente durante el verano, tanto para su correcto funcionamiento como para la optimización del mismo en la regulación del tiempo de riego de cada fase del jardín. Éste ha de ser afín a las exigencias hídricas y de transpiración de las plantas, para evitar encharcamientos, cuya solución es más complicada para las plantas, por ser irreversible en ocasiones y por las escorrentías y "blandones" en el terreno.