Marbella, con más de 126.000 habitantes, es la única de las 59 ciudades españolas que superan la frontera de los cien mil residentes, que no tiene conexión ferroviaria. La contundencia de esta realidad pone de manifiesto la escasa atención que las administraciones estatal y regional han prestado hasta la fecha a las comunicaciones, no sólo en el municipio marbellí, sino en buena parte de la Costa del Sol occidental, puesto que esta carencia afecta igualmente a los municipios de Mijas y Estepona. Las tres localidades conforman por sí solas un espacio de índole metropolitana, con más de 250.000 habitantes.

Pero esta inactividad es aún más flagrante si se tiene en cuenta que la población de este espacio de la provincia de Málaga crece de manera exponencial en los periodos estivales, momento en que alcanza el millón de personas y cuando los atascos se tornan en protagonistas en las escasas infraestructuras viarias existentes. A pesar de ello, los hechos constatan que la asignatura pendiente de la llegada del tren hasta Marbella no recibirá una respuesta adecuada hasta al menos dentro de cinco o seis años.

El mapa ferroviario del país, ya sea a través de alta velocidad, líneas de cercanías o en algunos casos, trazados de suburbanos en los entornos metropolitanos de las capitales de provincia, dan servicio a todas las grandes poblaciones españolas, a excepción, como hemos señalado anteriormente de Marbella. A ella hay que sumar también algunas urbes de las islas de Gran Canaria como San Cristóbal La Laguna, Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas.

Incluso, se pueden contar hasta 14 ciudades con un número de población semejante o inferior al de Marbella que sí disponen de estas infraestructuras, caso de Badajoz (145.257), Mataró (113.035), Santa Coloma de Gramanet (116.756, a la que llega la línea roja del Metro de Barcelona), Algeciras (114.012), Cádiz (128.554), Huelva (146.173), Jaén (116.393), León (135.059), Lleida (127.314), Alcobendas (105.951), Getafe (159.300), Torrejón de Ardoz (113.176), Ourense (107.186), Dos Hermanas (117.564), Reus (104.835) y Tarragona (134.163). La diferencia es que ninguna de ellas tiene el protagonismo turístico de Marbella. Además, un análisis detallado de las ramificaciones de las redes ferroviarias permite comprobar cómo municipios como Segovia, con menos de la mitad de habitantes que Marbella; Lugo (93.853), Cáceres (90.000), Girona (92.186) o Guadalajara (77.925) sí tienen este servicio.

Marbella, como el resto de la Costa del Sol occidental, asiste desde hace años atenta al compromiso asumido por el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, de prolongar las vías del ferrocarril desde Fuengirola, hasta donde llega el Cercanías. El anuncio del dirigente andaluz se produjo en febrero de 2000, cuando puso sobre la mesa la necesidad de retomar el viejo proyecto del corredor ferroviario de la Costa del Sol. Sin embargo, a día de hoy no se ha puesto una sola piedra que permita vislumbrar el horizonte de este proyecto, cuyo presupuesto, según la propia Administración autonómica, rondará los 4.500 millones de euros.

Tras impulsar en estos años los respectivos proyectos constructivos, el ente Ferrocarriles Andaluces, dependiente de la Consejería de Obras Públicas, mantiene en suspenso la adjudicación de los trabajos de ejecución del primero de los subtramos, el que discurre entre Las Lagunas y la Cala de Mijas, con cuatro kilómetros de longitud. Un primer paso que supone únicamente el 7,6% de los 52,6 kilómetros del trazado de nueva ejecución con el que unir Fuengirola con Estepona y abrir la vía de paso a los trenes de Alta Velocidad desde la capital de la Costa del Sol.

El problema con el que se topa la Junta de Andalucía, que asumió la construcción de esta parte del corredor litoral, es la delicada situación en la que se encuentran sus arcas. Una muestra es que los presupuestos autonómicos de 2009 para la provincia de Málaga sólo reservan 8,6 millones de euros a esta intervención. A lo que se suma la imposibilidad de hallar socios privados en el actual escenario de crisis que compartan el coste de esta infraestructura.

Pero si la zona occidental de la provincia tiene motivos sobrados para quejarse de la parsimonia con la que se avanza en este proyecto, la sensación de agravio es aún mayor en la parte oriental. Las bases originales del corredor ferroviario incluían la ejecución de un nuevo trazado que uniría por tren Málaga capital con Nerja, pasando por Rincón de la Victoria y Vélez-Málaga, entre otras localidades. Sin embargo, esta actuación es objeto de olvido desde hace años por parte de las administraciones central y regional, ya que no se ha dado paso alguno en este sentido. El único amago lo dio la ex consejera de Obras Públicas Concepción Gutiérrez cuando aludió a la posibilidad de prolongar el tranvía de Vélez-Málaga hasta Rincón, donde enlazaría con la línea 3 del Metro de Málaga. De la conexión entre Vélez y Nerja, de la que se iba a hacer cargo el Ministerio de Fomento, nada más se supo.