Mató a su novia por celos porque iba a abandonarlo por el jefe

Un tribunal popular juzga a un ciudadano rumano acusado de asesinar a su novia tras clavarle unas tijeras 33 veces

Efe

Málaga, 23 de marzo 2009 - 16:53

Un ciudadano rumano de 29 años aseguró hoy al tribunal popular que lo juzga en Málaga que mató a su novia por celos porque ella iba a dejarlo ya que el jefe le había prometido una casa y sacarla de la pobreza. Esta versión se contradice, según el fiscal, con la declaración que mantuvo cuando fue detenido, momento en el que aseguró que no la asesinó por celos ya que estaba dispuesto incluso a compartirla con otro.

El hombre está acusado de matar presuntamente a su novia tras clavarle unas tijeras 33 veces, por lo que el fiscal pide que sea condenado a 20 años de prisión por un delito de asesinato con ensañamiento, ya que aumentó el dolor deliberada e inhumanamente.

Por su parte, la defensa reconoce que la mató pero que lo hizo bajo los efectos de la droga, el alcohol y que ha incurrido también en la circunstancia atenuante de arrepentimiento.

El fiscal ha pedido a los miembros del jurado que tengan en cuenta la declaración del acusado cuando fue detenido, que se contradice con la actual defensa, momento en el que aseguró no ser celoso, que limpió la escena del crimen y sacó todo el dinero para huir de España.

Para el ministerio público, el agresor intentó hacer el máximo daño, urdió un plan para la muerte de su novia e intentó engañar a la Policía para que le diese tiempo a huir de España.

Además, para la acusación no existe ninguna prueba de que el procesado sea consumidor de drogas y de alcohol, por lo que mantiene que no se tengan en cuenta dichas eximentes y destacó que el agresor urdió una trampa para matarla cuando ella intentó ser libre.

El juicio ha comenzado hoy en la Ciudad de la Justicia de Málaga y durante el mismo, el imputado se ha negado a contestar a las preguntas realizadas por las acusaciones, sólo ha respondido a su abogado defensor.

Durante su comparecencia, el agresor ha asegurado que es consumidor de cocaína desde hace dos años y que cuando llevaban aproximadamente un año comenzaron los problemas de pareja porque ella le dijo que su jefe le quería comprar una casa y sacarla de la pobreza.

Según el escrito del fiscal, el acusado, M.F., de origen rumano, y la víctima, de 25 años, mantuvieron una relación afectiva de pareja durante al menos dos años, aunque no llegaron a convivir juntos.

El presunto asesinato se produjo en la tarde del 22 de octubre de 2007, en el domicilio del procesado cuando éste inició una discusión con ella "originada exclusivamente por los celos que el acusado sentía".

En el transcurso de una discusión, el procesado, "con la intención de acabar con la vida" de su pareja "y aumentar su sufrimiento de modo totalmente innecesario e injustificado", la golpeó reiteradamente y luego le clavó "despiadadamente" unas tijeras hasta en 33 ocasiones.

El fiscal destaca que el acusado "en ningún momento atendió las reiteradas súplicas que por su vida realizó la joven", de origen suramericano y que murió por hemorragia aguda.

Tras cometer el crimen, el procesado se dio a la fuga, aunque fue detenido días más tarde por la Policía Nacional en Madrid en el interior de un autobús con dirección a Rumanía, que fue interceptado en la N-III.

El ministerio público considera que el agresor ha incurrido en la circunstancia agravante de parentesco y además de la pena de prisión solicita que indemnice a los herederos con 200.000 euros.

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