Con menos trabajo extra de tarde, se incrementarán las listas de espera, se retrasarán diagnósticos, se demorarán tratamientos y aumentará la morbimortalidad; es decir, las personas que debido a esas tardanzas enfermarán o morirán. Es la advertencia que hacen los médicos del Clínico ante la decisión de la gerencia de cerrar las consultas vespertinas de al menos una docena de especialidades a partir del 1 de agosto. En un escrito general y otros por servicios, más de 200 facultativos del hospital se eximen de responsabilidad ante el impacto que el recorte tendrá en la salud de la población de su área de referencia. 

"El recorte de la actividad de continuidad asistencial (como se llama el trabajo extra vespertino) no hace más que agravar una situación ya de por sí grave, poniendo en serios apuros tanto a sanitarios como a pacientes. Consideramos esta situación negligente. No podemos asumir las consecuencias de estas medidas de las que hacemos directamente responsable a gerencia". Así se indica en uno de los escritos internos registrados por los especialistas a los que afecta la medida y al que ha tenido acceso Málaga Hoy. Por ello, los firmantes ruegan a la dirección que reconsidere la suspensión de las continuidades asistenciales.

Tras mostrar su "disconformidad" con una decisión "unilateral", los profesionales señalan que es su "obligación" advertir de los efectos del recorte de las continuidades asistenciales. Éste fue comunicado por la gerencia al personal el 21 de junio argumentando "dificultad presupuestaria". De modo que el problema se resume en: menos dinero, menos horas para reducir listas de espera, más demoras y, según los profesionales, mayor morbimortalidad. 

En su escrito, los profesionales sostienen que en algunas especialidades ya hay demoras excesivas. Entre ellas, más de ocho meses para una endoscopia, un año para pruebas funcionales cardiacas y más de 12 meses para una evaluación en Neurología. Pero advierten que en aquellas áreas en las que las listas de espera están relativamente bien, con el recorte del trabajo de tarde, "dejará de ser así". Explican que la tardanza en algunas pruebas provoca que haya enfermos que llegan a la revisión sin los estudios necesarios realizados, lo que obliga a "recitar a los pacientes" y "duplica y triplica citas". Esto, a su vez, según recuerdan en su escrito a la gerencia, alarga el diagnóstico, "y empobrece el pronóstico, aumentado la morbimortalidad, pero también el número de ingresos de pacientes descompensados". Una realidad que, argumentan, empeorará aún más con el recorte de las continuidades asistenciales. 

Recuerdan además que todas las áreas deben funcionar bien y de forma coordinada ya que "la demora en los resultados retrasa los diagnósticos, las pautas de tratamientos, prolonga las estancias hospitalarias y empeora el pronóstico". Como ejemplo, indican que sin un adecuado funcionamiento de Anatomía Patológica -una de las especialidades a las que se recorta la actividad extra de tarde- "no se puede hacer diagnóstico precoz de patologías tan importantes y prevalentes como el cáncer de mama, lo que imposibilitaría el manejo excelente y en tiempos tan acortados como se venía realizando". También señalan que la falta de valoración por parte de Cardiología -otra área afectada por la medida- demora operaciones.

Esgrimen que con contrataciones renovadas a veces por meses, sin cobertura de bajas y en un área sanitaria que duplica población por las vacaciones estivales, el personal está en una situación "a veces límite". Por ello, entienden que "sobrecargar aún más las agendas [las ordinarias, con el trabajo extraordinario que se suprime] ya de por sí tensionadas, no hace más que agravar la saturación del sistema y sus profesionales".

También recuerdan que la situación aumenta el riesgo de agresiones verbales "por mera frustración del usuario" dado que los profesionales son la cara visible de un sistema sanitario que "se ve desbordado de forma constante y generalizada". 

Los escritos han sido registrados en un goteo periódico para dejar patente el malestar ante un recorte que afecta en exclusiva a los médicos, que son los que hacen continuidades asistenciales. Además, el Sindicato Médico salió a la luz pública contra la medida en varias ocasiones y también el Colegio de Médicos la criticó en un duro comunicado emitido esta semana en el que advirtió que traerá aparejado un aumento de las listas de espera, de los ingresos hospitalarios "e incluso de la mortalidad".

La posición de la Consejería de Salud 

De momento, ni el hospital ni la Administración sanitaria dan marcha atrás. La Consejería de Salud insiste en que "no se han reducido todas las continuidades asistenciales" en ese hospital y que "únicamente se ajustarán algunas de ellas" a partir del 1 de enero. También señala que esta actividad extra de tarde se gestionará "en función de las necesidades de cada momento para dar respuesta a la demanda" y que el hospital "monitoriza constantemente" esas necesidades para responder en función de los pacientes en espera y de su patología. 

El jueves, la Consejería de Salud emitió una nota en la que destacó que el Clínico tiene ahora 138 camas más que en el verano de 2022, ya que ha pasado de 487 entonces a 625 disponibles este año. En cuanto a personal, la Administración autonómica precisa que el hospital cuenta en la actualidad -con el Gobierno del PP- con 775 profesionales más que en 2018 -cuando gobernaba el PSOE-. Según sus datos, este centro ha pasado de tener entonces 3.128 trabajadores a los 3.883 de ahora. (Según Salud, la sanidad pública provincial tiene ahora 787 camas hospitalarias más disponibles respecto al año pasado y 4.674 profesionales más que en 2018).  

Por su parte, fuentes de la Administración apuntan cierto "abuso" del trabajo extraordinario de tarde que no siempre se traduce en productividad. Profesionales reconocen que puede haber casos "puntuales" por lo que admiten que debería haber mayor control sobre las continuidades asistenciales. A su vez, el Sindicato Médico sostiene que si hay algún abuso, corresponde a los gestores evitarlo.