Medio Ambiente tumba la idea de Costas de sacar arena de un paraje protegido
La idea de extraer 3,7 millones de metros cúbicos de áridos de un yacimiento marino entre Calahonda y Cabopino ha recibido la declaración de impacto ambiental negativa · Ahora buscan nuevos puntos
El propio Ministerio de Medio Ambiente ha dado al traste con los planes de la Demarcación de Costas de Málaga de extraer algo más de 3,7 millones de metros cúbicos de áridos de un yacimiento marino localizado entre Calahonda y Cabopino, y situado a muy poca distancia de un enclave único en la costa declarado Lugar de Interés Comunitario (LIC) por la Unión Europea. La negativa a explotar este punto tras las quejas de numerosos colectivos ha obligado a buscar nuevos puntos de extracción en toda la Costa del Sol, sobre todo, en la occidental, para tratar de reducir así el porcentaje de áridos procedentes de arroyos y ríos por las críticas que generan debido a su calidad.
La declaración de impacto ambiental, emitida por la Secretaría de Estado de Cambio Climático, no deja lugar a dudas. "Dicho proyecto previsiblemente causará efectos negativos significativos sobre el medio ambiente y las medidas previstas por el promotor no son una garantía suficiente de su completa corrección o su adecuada compensación por no haber incorporado las recomendaciones de los organismo ambientales que han participado en los trámites", recoge el documento.
La Universidad de Málaga, el Instituto Español de Oceanografía y hasta la Junta de Andalucía advirtieron del riesgo que entrañaba el proyecto, que se encontró también con el rechazo frontal de ecologistas y pescadores.
La propuesta pretendía encontrar solución al problema que la Demarcación de Costas se enfrenta cada año para disponer arena de calidad con la que regenerar las playas del litoral y será con la búsqueda de nuevos yacimientos marinos con lo que pretende paliar este déficit en el futuro. Aún habrá que esperar a las conclusiones de este estudio geomorfológico para ver la viabilidad o no de extraer arena de los fondos marinos como ocurrirá en el caso del futuro yacimiento de Rincón de la Victoria, que ya cuenta con la declaración de impacto ambiental favorable y desde donde se extraerán unos 1,6 millones de metros cúbicos en un plazo de cuatro años. Pero no dará tiempo a que estos áridos puedan emplearse el próximo año en la regeneración de las playas, ya que según explicó ayer el jefe de Costas de Málaga, Francisco Javier Hermoso, antes habrá que elaborar los proyectos de extracción y vertido y "atender las posibles consultas ambientales que se deriven".
Mientras tanto, serán los ríos y arroyos los que aporten la arena que necesitan las playas para presentar un aspecto óptimo de cara al verano. Este año gracias a las lluvias, Hermoso aseguró que la mayoría de los áridos han llegado de forma natural y "lo único que ha habido que hacer es redistribuirla". Y a pesar de las críticas recibidas en algunos puntos del litoral por la mala calidad de la arena, el responsable del organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente matizó únicamente entre el 15 y el 20% de la utilizada en esta campaña para poner a punto las playas procedía de ríos y arroyos, del Totalán, Guadalmansa y Guadalhorce, fundamentalmente, frente al 40% de otros años.
Sea como fuere, las playas de la provincias de Málaga han recibido este año un aporte de arena superior a los 246.000 metros cúbicos y que ha supuesto a Costas un gasto de 1,5 millones de euros. Han sido 35 playas de 13 municipios de la Costa del Sol.
Todavía hay tres playas donde no se ha terminado de actuar y otras dos pendientes de empezar, aunque las cinco deberán estar listas para el comienzo oficial de la temporada turística el próximo martes. También terminarán para entonces parte de las 120 actuaciones de conservación y mantenimiento que previstas en 94 playas malagueñas con un importe de 2,5 millones de euros.
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