El Metro de Málaga, en constante agitación, vive hoy otro de su particulares días clave. O así al menos debiera ser. El enconamiento en el que se mantiene desde hace ya casi tres años la terminación de la red del ferrocarril urbano, en la versión modificada en noviembre de 2013, obliga al Ayuntamiento y la Junta de Andalucía a definir ya la hoja de ruta por la que discurrirá la infraestructura más potente de cuantas se mantienen vivas en la capital de la Costa del Sol.

Ya sea para que, como quiere la Consejería de Fomento, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, dé un paso atrás en las tesis defendidas hasta la fecha, contrarias a la prolongación en superficie del ramal procedente de Carretera de Cádiz, o para que, como pretende el regidor del PP, el consejero del ramo Felipe López, asuma las bondades de intercambiar la propuesta tranviaria por el bautizado como Metrobús, este cara a cara gana en trascendencia.

Conforme al desarrollo de los acontecimientos en los últimos meses y el pronunciamiento de ambas administraciones, no parece que ninguna de ellas vaya a mover ficha en una dirección contraria a la ya prevista. Una circunstancia que conduce irremediablemente a un nuevo conflicto institucional con el Metro como epicentro. Por más que el Gobierno andaluz pueda otorgar la categoría de interés metropolitano al proyecto, pudiendo ir adelante con el mismo sin los permisos municipales, no parece probable que ello tenga lugar cuando una obra de esta envergadura necesita de una mínima coordinación en materia de seguridad y tráfico.

Con esta premisa resulta improbable que el Metro al Civil vea la luz. Ello genera una derivada: ¿aceptará la Junta el Metrobús? La respuesta se antoja igualmente negativa más aún tras conocerse el informe técnico emitido por la Agencia de Obra Pública de Andalucía (adelantado por este periódico) que sentencia la iniciativa municipal y la reduce a un simple carril bus que no encaja ni con el protocolo firmado en 2013 ni con las características del Metro en superficie.

A apenas unas horas del arranque de la comisión de seguimiento del Metro, la primera que tiene lugar en el lapso de un año, todo apunta a que la misma terminará como empezará, con las distancias bien marcadas. Y ello abre de par en par la puerta a un escenario en el que, a priori, la Junta ya ha marcado su jugada. En días pasados, en una entrevista concedida a Granada Hoy, el titular de Fomento insistió en que de no haber cambio de postura por parte del Consistorio le reclamará las previsibles consecuencias patrimoniales de no ejecutar el tramo al Civil, llegando a poner sobre la mesa la vía judicial como opción asumible.

Todos estos asuntos forman parte del orden del día finalmente fijado. En el mismo se incluyen todas las demandas realizadas en los días pasados por el Consistorio, incluyendo, por ejemplo, su preocupación por conocer la variación sufrida en la Tasa Interna de Retorno (TIR), que mide el beneficio que reciben los privados. Sin embargo, ayer, fuentes de la Consejería de Fomento fueron claras al subrayar que el verdadero sentido de este cónclave es analizar los puntos 3 y 4 del orden del día.

El primero de ellos, relativo al protocolo de intenciones que ambas administraciones firmaron en noviembre de 2013. Por ello, las fuentes subrayaron la necesidad de que el Ayuntamiento "despeje, de una vez por todas, su voluntad o no de respetar y materializar" ese acuerdo, cuyo objetivo era culminar la red de Metro con la solución adoptada para extender los ramales procedentes de Teatinos y Carretera de Cádiz hasta Atarazanas (bajo tierra) y el Hospital Civil (en superficie), respectivamente.

Para las fuentes, ese acuerdo "ha derivado en una serie de compromisos contractuales, cuyo incumplimiento puede derivar en responsabilidades patrimoniales". Por ello, consideraron que ese asunto, así como el relativo a la declaración de interés metropolitano de la prolongación de la línea 2 al Civil (punto 4), "son los temas prioritarios a debatir con el Ayuntamiento para que determine de manera exacta y clara su posición al respecto".