El Metro a La Marina costaría 110 millones y duraría unos 40 meses

Los análisis de Fomento apuntan que la mejora de esta solución intermedia sería baja respecto a continuar hasta La Malagueta

Uno de los trenes del Metro, a la salida de los talleres y cocheras.
Uno de los trenes del Metro, a la salida de los talleres y cocheras.
Sebastián Sánchez Málaga

19 de junio 2013 - 01:00

Las soluciones intermedias que pudieran desbloquear la pieza final del Metro de Málaga no parecen convencer, de momento, a los responsables de la Consejería de Fomento. Los análisis realizados por este departamento en los últimos meses concluyen que la opción de alcanzar la Plaza de la Marina bajo tierra, como plantea el Ayuntamiento de la ciudad como paso previo a la espera de disponer de los fondos suficientes para llegar hasta La Malagueta, ofrecen datos tanto en lo económico como en el calendario de obras nada satisfactorios.

Según informaron fuentes del departamento dirigido por Elena Cortés a este periódico, ejecutar el túnel desde el río Guadalmedina hasta La Marina supondría un coste próximo a los 110 millones de euros, frente a los 200 en los que se estima alcanzar La Malagueta, con un plazo de materialización de unos 40 meses, "apenas cinco o seis meses menos" que si la infraestructura se llevase de forma directa hasta la plaza de toros. Un contraste que gana en envergadura si se toma en consideración la solución de atravesar la Alameda y el Parque en superficie, por la que apuesta Fomento, y que se traduce en 41 millones de euros de coste (la mayor parte destinados a la reurbanización completa de la Alameda) y 18 meses de plazo de obras.

A los problemas de financiación que presenta la Administración regional, se añade otro escollo que no quedaría resuelto de inicio con la hipotética llegada a La Marina: los plazos fijados en el contrato actual con los socios privados de la concesionarial y con el Banco Europeo de Inversiones (BEI). Esta relación contractual, vigente desde 2010, establece principios del año 2015 como frontera para que los trenes estén funcionando hasta la estación término junto a la plaza de toros. Es decir, que de no optar por el trazado a ras de calle, la Junta estaría obligada a dialogar con las empresas de Metro Málaga y con el banco europeo para reformular los compromisos adquiridos, al objeto de evitar una posible reclamación económica por parte de los primeros.

Frente a las trabas que presenta la construcción bajo tierra del paso hasta el centro urbano, el elemento que emerge en positivo es el incremento sustancial de viajeros que registraría el Metro. Según los cálculos, la diferencia entre que los trenes alcancen como punto final de su recorrido la estación Guadalmedina, que estará situada en las proximidades de El Corte Inglés, y que llegue a La Marina es considerable, elevando las previsiones de usuarios de unos 12 millones, en el primero de los casos, a unos 17, en el segundo. Desde ese punto de vista, nada baladí, llegar hasta La Marina se antoja clave para el futuro de la explotación del ferrocarril urbano.

Pero, ¿a qué coste? "Hemos estudiado todas las posibilidades que hay encima de la mesa, incluso la llegada bajo tierra de los trenes a la Plaza de la Marina, pero no convence. Por los plazos, por los problemas que pueden surgir en la obra y por el coste económico", expusieron las fuentes consultadas, que recordaron que en el actual escenario no se trata sólo de obtener el dinero para costear una obra de esta envergadura sino de reservar la cuantía que se precisará para pagar la explotación y subvención del billete desde el momento en que los trenes entren en servicio a finales de este año.

Y esta fase, según las cifras oficiales, va a suponer del orden de 47 millones de euros anuales, a los que habría que sumar otros 10 millones más por cada año que se retrase la llegada del Metro a La Malagueta a partir de 2015. "Hay que tener en cuenta que estamos hablando como poco de unos 50 millones de euros todos los años", incidieron las fuentes, que recordaron que de ese fijo la Junta debe asumir, según el convenio original, el 75%, mientras que al Ayuntamiento le corresponde el otro 25% del coste.

Esta cuestión, al igual que los pros y contras de la opción de atravesar el centro en superficie, deben sustanciar nuevos encuentros entre las dos instituciones vinculadas al proyecto. Sin embargo, desde que el alcalde, Francisco de la Torre, y el presidente autonómico, José Antonio Griñán, se reunieron en el Palacio de San Telmo el pasado 24 de mayo, no se ha producido un solo encuentro técnico para tratar de encontrar un punto de entendimiento sobre cómo finalizar los trabajos.

Y, por lo que se ve, no parece que el ejercicio de sentarse a la mesa para analizar esta cuestión vaya a ser fácil de aplicar. De momento, mientras el Consistorio sólo contempla actuar bajo tierra, Fomento insiste en la necesidad de que se discuta sobre el proyecto constructivo del Metro en superficie. Cabe recordar que del encuentro en Sevilla entre los máximos mandatarios local y regional, se extrajo la idea de que la decisión sobre cómo cerrar la pieza final del Metro se adoptaría con septiembre como plazo máximo. A mediados de junio, todo sigue pendiente.

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