La Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Obras Públicas y Transportes, tiene previsto extender la puesta en servicio del Metro de Málaga hasta El Corte Inglés y no sólo hasta la estación de Renfe, como inicialmente se habían planteado los máximos responsables de este departamento. La apertura de esta parte de la red del suburbano, una vez constatado que la misma no prestará servicio plenamente, es decir, hasta el centro urbano, antes de 2014, supone un paso más en la previsión de la Administración autonómica de inaugurar los tramos conforme se terminen los trabajos de construcción, con el beneficio que ello tendrá para los miles de ciudadanos que residen en la zona de Callejones del Perchel, Armengual de la Mota y Avenida de la Aurora.

Por etapas, la programación diseñada por Ferrocarriles Andaluces sitúa para finales de 2010 la puesta en servicio del ramal de Carretera de Cádiz, entre el Martín Carpena y Héroe Sostoa. La utilidad de esta iniciativa será mínima desde el punto de vista de los viajeros, debido a lo escaso del recorrido que cubre, pero máxima en el plano técnico, ya que permitirá probar durante un largo periodo de tiempo el comportamiento de las instalaciones y el material móvil a emplear.

El siguiente paso en el calendario de la Junta lo planteó la entonces consejera de Obras Públicas, Concepción Gutiérrez, en noviembre del pasado año, cuando apuntó la viabilidad de sumar al trazado de Carretera de Cádiz el correspondiente al que se extiende entre Teatinos y Renfe. En esta planificación, el resto del trazado entre la estación de trenes y La Malagueta se contemplaba como parte de una segunda fase de menor prioridad.

Sin embargo, el letargo en el que se han visto envueltas las obras de dos de los tramos del ramal a Teatinos, Doctor Domínguez-Juan XXIII y Juan XXIII-Renfe, debido a las diferencias que se han mantenido durante más de un año con la concesionaria del proyecto, la unión de empresas encabezada por FCC, ha hecho que los plazos de estos dos tajos coincidan con el trazado entre Renfe y Guadalmedina, cuya estación estará situada justo bajo la glorieta Albert Camus.

La disposición de la Junta a extender la puesta en servicio fue confirmada a este periódico por el director del suburbano, Enrique Urkijo, quien subrayó el beneficio que ello tendrá para los usuarios, puesto que aproxima el nuevo transporte ferroviario al centro. Lo que no hizo fue fijar una fecha para que esto suceda. No obstante, de acuerdo con el estado en el que se encuentran cada uno de los tres tramos y los plazos de construcción estimados, la puesta en servicio del Metro entre El Corte Ingles y Teatinos, por un lado, y el Martín Carpena, por el otro, no se producirá hasta el año 2013, tres después de que lo haga en solitario el ramal de Carretera de Cádiz.

A esta conclusión se llega una vez se analizan cada uno de los tramos. En el caso de los dos tajos entre Doctor Domínguez y Renfe, la intención de la Junta es que las obras se inicien a lo largo del primer trimestre de 2009, con la fase de desvíos de servicios afectados, quedando para después de Semana Santa, en abril, el grueso de la construcción. Los plazos que se manejan en ambos casos se aproximan a los tres años de infraestructura, a los que hay que sumar otro para la instalación de las vías, la catenaria y la arquitectura de las estaciones. El tajo Doctor Domínguez-Juan XXIII, del que forma parte el paso bajo la ronda oeste, será dividido en dos, al objeto de no cortar al mismo tiempo las calles Cómpeta y Virgen de la Cabeza, que servirán como viales alternativos para el tráfico afectado por las obras. A ello se suma la intención de mantener en todo momento dos carriles abiertos en Juan XXIII.

El siguiente tramo, Juan XXIII-Renfe, incluye el paso por la calle La Unión, actuación que ha despertado temor entre los vecinos del entorno. Esta parte de la infraestructura tendrá una duración de unos 14 meses, aunque la afección en superficie se reducirá a unos 11 meses. La idea que tienen los responsables de la Junta es meter cuatro o cinco máquinas pantalladoras al mismo tiempo para avanzar lo más rápido posible. En esta vía se garantizará el paso de vehículos de emergencias y la alternativa de circulación será calle Reboul.

En el caso del tramo entre Renfe y la futura estación Guadalmedina, que está a la espera de que se contraten las obras de ejecución, que podrían impulsarse también tras Semana Santa, el plazo estimado es de 18 meses. El único escollo con el que podría toparse la adjudicataria sería el hallazgo de restos arqueológicos, aunque las catas efectuadas con antelación han permitido situar con exactitud la traza de la muralla nazarí que hay en la zona.