La puesta en funcionamiento del Metro de Málaga, a pesar de estar cercenado en su recorrido original, ha supuesto en sus tres primeros meses de vida un efecto directo sobre los que hasta finales del pasado mes de julio eran los medios tradicionales de transporte: los autobuses de la EMT y el vehículo particular. Los datos manejados por el Ayuntamiento de la ciudad constatan que tanto en septiembre como en octubre el servicio que presta suburbano en el entorno de Carretera de Cádiz ha permitido absorber un 10% del tráfico privado en el eje de la Avenida Velázquez, que soporta unos 40.000 vehículos diarios, y otras vías aledañas.

La información fue aportada ayer por el concejal de Movilidad, Raúl López, que valoró el hecho de que el ferrocarril urbano esté permitiendo sacar vehículos de las calles. La repercusión es más significativa, si cabe, si se tiene en cuenta que el balance realizado por los técnicos municipales para ambos periodos ponen de manifiesto una situación de estancamiento en las intensidades de tráfico de los grandes ejes urbanos. A diferencia de lo que venía ocurriendo en periodos pasados, en los que la crisis causaba descensos acusados, tanto en los dos últimos meses se observa una situación neutra a nivel general.

López sí precisó que hasta el momento sólo se dispone de información relacionada con el comportamiento del Metro y el tráfico en el espacio de la línea 2, Martín Carpena-El Perchel, mientras que habrá que esperar aún un tiempo a disponer de conclusiones semejantes en el recorrido que hace el ramal de Teatinos. Entre las razones expuestas por el edil está la ausencia de espiras de medición en ciertos puntos, caso del bulevar Louis Pasteur, o la necesidad de reinstalarlas en aquellas zonas afectadas hasta hace poco por las obras del suburbano.

Junto con la incidencia sobre las intensidades medias diarias en Carretera de Cádiz, el concejal ratificó el bocado que el Metro sigue dando a los autobuses de la Empresa Malagueña de Transportes (EMT). En la línea de lo ya constatado en septiembre, el concejal de Movilidad confirmó que en octubre se ha observado una 'mordida' de unos 200.000 viajeros en el balance global de la sociedad municipal, si bien la afección se concentra fundamentalmente en la línea 22 (Avenida Molière-Tiro Pichón-Universidad). Sobre este ramal, habló de una merma de unos 1.000 usuarios diarios.

A este trazado, López sumó reducción en el dato de pasajeros transportados en las líneas 1 (Parque del Sur-Alameda Principal-San Andrés); línea 3 (Puerta Blanca-Alameda Principal-El Palo), línea 11 (Universidad-Alameda Principal-El Palo), línea 4 (Paseo del Parque-Cruz de Humilladero-Cortijo Alto); línea 16 (Paseo del Parque-Misericordia-Térmica) y línea 18 (Ciudad Jardín-Teatinos). Respecto a estos recorridos, cabe recordar que tres de ellos (líneas 11, 3 y 18) fueron objeto de cambios sustanciales en los meses previos a la puesta en marcha del Metro, garantizando en el caso de las dos primeras itinerarios directos desde El Palo a la Universidad y a Carretera de Cádiz, respectivamente.

El hecho de que la merma sufrida por la EMT en octubre sea semejante a la de septiembre genera cierta sorpresa, en especial, porque se trata del primer mes en el que la Universidad está a pleno rendimiento. De hecho, frente al supuesto mantenimiento de los datos de la sociedad municipal de transporte en estos ramales, la apertura formal de las facultades en el campus de Teatinos y su ampliación ha provocado un aumento de cierta consideración en las cifras de viajeros del Metro.

En la primera semana de inicio del curso universitario, los trenes pasaron a desplazar un 21% más de usuarios, según los datos aportados por la propia Consejería de Fomento aquellos días, con puntas de hasta 18.300 pasajeros. Con el avance de las jornadas, según precisaron fuentes próximas al ferrocarril urbano, parece que la situación se ha estabilizado en unos 17.000 viajeros al día.