Migas antes de Navidad
Torrox reparte 30.000 raciones y 100 arrobas de vino en la trigésima edición de esta fiesta de interés turístico
Al toque de la caracola, los hombres del campo dejaban la faena para reunirse en torno a un perol de migas y compartir el almuerzo. Un plato barato y de gran sabor. Momento para confraternizar. Un gesto que los torroxeños aprendieron y que regalan todos los años, el domingo antes de Navidad, a vecinos y foráneos. Ayer cumplió esta fiesta declarada de Interés Turístico Nacional de Andalucía, treinta años con la asistencia del presidente de la Junta, José Antonio Griñán.
Para Antonio Fernández, uno de los migueros del Llano de la Almazara fue muy especial. No pudo contar con su padre, José Fernández El Palito, uno de los fundadores de la fiesta, y su maestro. "Las hago por mi padre que fue quien me enseñó y así lo haré yo con mis hijos", dice Antonio, quien ha querido dedicárselas a su padre que murió el mes pasado. "A él era una fiesta que le gustaba mucho, siempre las hacía y por eso ahora estoy yo aquí", apunta este vecino mientras mueve el perol. "El secreto es no dejar de moverlas. Apenas se echa la harina hay que estar con la paleta para evitar que quemen y cojan el sabor. Así no valen", explica Antonio, quien ya tiene "las medidas cogidas". Tres jarras de harina y tres de agua. "Mitad por mitad", apunta. "Cada miguero tiene su librillo, pero no son tan fáciles de hacer como puede parecer. Hay que saber hacerlas", asegura Fernández mientras subraya que "es un plato que debe comerse muy caliente".
Así, más de 30.000 personas se congregaron en las calles del casco antiguo de este municipio. Desde mediodía vecinos y visitantes procedentes de la provincia de Málaga y de otros municipios andaluces degustaron este tradicional plato elaborado con el particular estilo de Torrox y acompañado por ensaladilla arriera y vino del terreno.
El Ayuntamiento dispuso para esta degustación multitudinaria 1.200 kilos de harina, 500 litros de aceite nevadillo de Torrox, 800 kilos de tomates, 200 kilos de cebollas y 20 cajas de naranja. A esto hay que sumar las 100 arrobas de vino del terreno que han adquirido a través del tradicional concurso que cada año se realiza entre los cosecheros locales para seleccionar los caldos que se repartirán durante la fiesta. La jornada contó con la presencia del presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, que realizó su primera visita institucional al municipio coincidiendo con una de las celebraciones más importantes del año para Torrox. Griñán, tras ser recibido por el alcalde, Francisco Muñoz (PSOE) y otros miembros de la Corporación recorrieron las calles y plazas en las que se desarrolla la fiesta.
El programa de actividades se inició con la apertura del mercadillo de artesanía en el Llano de la Almazara, donde se concentró la degustación de las migas, elaboradas y distribuidas por más de un centenar de migueros y ayudantes. En el otro gran escenario de la Fiesta, la plaza de la Constitución, el alcalde presentó al pregonero de la edición, el periodista Domi del Postigo. En su intervención Muñoz destacó la importancia de esta fiesta para la puesta en valor del municipio y se refirió a proyectos que se están materializando como la apertura del nuevo teatro o la construcción del puerto deportivo para seguir impulsando el sector turístico y la economía del municipio. También destacó la importancia de la agricultura y "la necesidad de seguir avanzando en su modernización para que el valor añadido de los trabajadores del campo se quede en el municipio".
Muñoz también subrayó la magnífica jornada que pudieron disfrutar durante todo el día vecinos y visitantes "en la que hemos comenzado con la complicidad de un domingo soleado, que ha hecho gala de nuestro apelativo del Mejor Clima de Europa, y que han sabido disfrutar con alegría y una gran participación en la fiesta las miles de personas que han participado en la fiesta". Por su parte, el pregonero realizó un recorrido por la historia para plasmar los orígenes del municipio torroxeño, se mostró reivindicativo con la actual situación socio-económica y tuvo elogios para Torrox y su gente con palabras como "vivir en Torrox es un premio mayor que el del Gordo de Navidad".
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