Mil y una razones para no falsificar euros en plena crisis

Expertos policiales destacan en Málaga el gran número de medidas de seguridad que tienen los billetes · Los dólares antiguos son los preferidos por los delincuentes

Uno de los ponentes en el Congreso Internacional de Falsedad Documental que se celebra hasta hoy en el Palacio de Ferias de Málaga.
Uno de los ponentes en el Congreso Internacional de Falsedad Documental que se celebra hasta hoy en el Palacio de Ferias de Málaga.
Ángel Recio / Málaga

06 de mayo 2011 - 01:00

La crisis aprieta y a más de uno se le puede haber pasado por la cabeza la idea de falsificar billetes. Olvídelo. No solo porque sea un delito y pueda pasar un gran número de años en la cárcel sino porque, además, es muy difícil. Los euros tienen un importante volumen de medidas de seguridad que son perceptibles a simple vista y otras en las que es necesaria la utilización de tecnología de alta precisión. La Policía es experta y está desarrollando una gran labor en la detección y neutralización de moneda y documentación falsa.

Uno de esos expertos es Joaquín Fernández, miembro de la Unidad de Atestados de la Policía Municipal de Madrid, que ayer dio una conferencia a compañeros dentro del Congreso Internacional de Falsedad Documental que ha organizado la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental en el Palacio de Ferias de Málaga.

Los billetes de 50 euros tienen, por ejemplo, tres marcas de agua: una multitonal (dibujo), una electrotípica (número) y un código de barras. Estas marcas de agua se aprecian a contraluz, no tienen los bordes bien definidos (si los tiene el billete es falso) y no reaccionan a la luz ultravioleta. Además tienen un hilo de seguridad que cambia de color con la fluorescencia; fibrillas de seguridad; grabados láser; o dibujos que tienen que coincidir. En el billete de 50, en los extremos hay una serie de rayas que, si se miran al trasluz, forman un 50. Si no coinciden exactamente, el billete es falso.

Fernández acabó ayer con el mito de las películas de Hollywood en el que los secuestradores piden billetes que no estén numerados consecutivamente. "Los billetes consecutivos no existen", afirmó. De hecho, para comprobar que el billete es verdadero suele haber una diferencia de nueve números entre uno y el siguiente. Curiosamente, el teléfono Iphone tiene una aplicación para ver si el billete es auténtico o no incorporando el número de serie. Para los interesados, la letra que aparece junto al número señala el país de emisión del billete. España es la V y Alemania, por ejemplo, la X.

Otra medida de seguridad importante son los llamados círculos de Eurion. Parecen solo decorativos pero son muy útiles, hasta el punto que impiden escanear o fotocopiar el billete con sistemas informáticos de usuario como el Photoshop.

Los falsificadores lo tienen cada vez más difícil, aunque nunca ha sido sencillo. Fernández recordó que hace unas décadas, en Suramérica se cortaba un billete auténtico en dos partes y a cada una de ellas se le pegaba otra mitad falsificada. "El mayor peligro es el dólar antiguo porque todos los billetes tienen el mismo tamaño. Los delincuentes cogen un billete original, le borran las tintas con productos químicos y lo vuelven a imprimir con otro valor mayor", explicó el agente, quien denunció las pocas medidas de seguridad de la moneda norteamericana, si bien destacó la calidad y la textura del papel. EEUU ha introducido ahora billetes con mayor nivel de seguridad, aunque según Fernández todavía no se ha llegado al de 100 dólares. Fernández incluso aseguró que Corea del Norte está fabricando millones de dólares falsos en imprentas avanzadas tecnológicamente para desestabilizar la economía norteamericana.

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