Málaga

Moluscos con mucha historia en el Guadalhorce

  • Investigadores de la UMA localizan restos fósiles de bivalvos, gasterópodos y ostrádocos de hace cinco millones de años

Málaga presume de pescaíto. Ahora además puede sumar su tradición en moluscos. Investigadores de la Universidad de Málaga han localizado fósiles de bivalvos y otros moluscos de más de cinco millones de años. Estos restos se han hallado en la zona conocida como La Hoya de Málaga, o sea la depresión que conforman la confluencia de los ríos Guadalhorce y Guadalmedina, limitada al norte por Los Montes y al suroeste por la Sierra de Mijas.

El estudio realizado por científicos de la UMA en colaboración con expertos italianos y publicada en la revista Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology da cuenta del hallazgo de fósiles en sedimentos arcillosos que forman parte de dos secuencias estratigráficas constituidas por materiales procedentes de aluviones de agua sobre los que se han superpuesto depósitos de estuario.

En la secuencia inferior se han localizado abundantes restos de moluscos, fundamentalmente bivalvos (moluscos acuáticos con dos valvas) y gasterópodos (una sola concha) no marinos, así como ostrácodos (crustáceos). Según la información que ayer difundió Andalucía Investiga, servicio de divulgación científica de la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia, este tipo de fósiles son típicos de aguas salobres poco profundas.

En la secuencia superior, sin embargo, sólo se han localizado ostrácodos con unas variaciones propias de un medio más inestable, afectado por cambios en la salinidad y profundidad del agua. La investigación ha sido realizada por el catedrático de Paleontología del Departamento de Ecología y Geología de la UMA Francisco Serrano, y los profesores Antonio Guerra, también del Departamento de Ecología y Geología, y Serge Gofas, del Departamento de Biología Animal.

En el artículo se indica que "algunas muestras tomadas de esta secuencia superior contenían escasos foraminíferos", o sea protozoos u organismos unicelulares "planctónicos y bentónicos, lo que podría sugerir el establecimiento esporádico de condiciones marinas casi normales en el Mediterráneo occidental al final del messiniense", es decir, hace poco más de 5,4 millones de años.

De acuerdo con estos estudios a lo largo del tortoniense superior y messiniense inferior (hace entre nueve y seis millones de años) el mar se fue retirando de las cuencas intramontañosas más alejadas de la costa actual y se cerraron las conexiones con el Atlántico. Posteriormente, durante el messiniense superior apareció lo que se ha denominado crisis de salinidad del Mediterráneo, que se caracterizó por una fuerte evaporación y el depósito de potentes espesores de sales en los fondos del Mediterráneo que pudo llegar prácticamente a secarse.

Al final del messiniense (5,4-5,3 millones de años) tuvo lugar un periodo más húmedo y se depositaron las rocas y materiales propios de ambientes salobres en los que aparece una fauna de moluscos y ostrácodos como la encontrada ahora en Málaga.

Esta fauna procedía de un mar antiguo llamado Paratethys que se localizaría en la región del mar Negro. Al comienzo del Plioceno (5,3 millones de años) la apertura del estrecho de Gibraltar permitió la conexión atlántica y el Mediterráneo adquirió de nuevo condiciones marinas normales. Esta investigación de la UMA ayuda a comprender esta sucesión de fenómenos geológicos y la conformación del Mediterráneo tal y como lo conocemos ahora.

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