Muelle Uno, el centro comercial del puerto de Málaga, se convierte en un negocio rentable. Tras una larga travesía por el desierto, que le llevó a acumular resultados negativos durante casi seis años consecutivos, los números le son ya sensiblemente favorables. El proyecto empresarial, al frente del cual están Myramar, Edipsa y Unicaja Banco, toma oxígeno y lo hace con un balance a fecha de 31 de diciembre de 2019 que refleja unas ganancias próximas al millón de euros.

De manera precisa, de acuerdo con las cifras recogidas en las cuentas de 2019 de uno de los principales socios del proyecto, Unicaja Banco (posee una participación indirecta del 39,74%), Muelle Uno obtuvo unos ingresos de 8.635.000 euros frente a unos gastos totales de 7.671.000 euros. Es decir, el resultado final fue de más 964.000 euros. Y esto supone en sí mismo toda una novedad.

La variación está directamente relacionada con el incremento más que llamativo de la cifra de ingresos. Porque los mencionados 8,6 millones suponen un incremento del 64% respecto a los obtenidos en 2018 (en concreto, las cuentas de Unicaja de ese ejercicio fijaban la fecha de referencia a 31 de septiembre). Lo ocurrido ahora viene a confirmar las buenas perspectivas manejadas por los promotores de la iniciativa, que ya a finales de 2018 confiaban en que al finalizar esa anualidad y en el arranque del siguiente ejercicio, el rojo de las cifras se mutase por el azul. Y así ha sido.

El análisis de las cuentas anuales de Muelle Uno desde que abrió sus puertas a finales de 2011 desvela una situación compleja, claramente marcada por la crisis económica que afectó a todo el país. La puesta en funcionamiento del centro tuvo lugar con más retraso del inicialmente previsto, toda vez que la concesión demanial del espacio portuario por un plazo de 35 años quedó certificada en 2005. La oferta presentada por Udisa fue la finalmente seleccionada en el concurso público convocado por la Autoridad Portuaria.

Pero su incapacidad para hacer frente a proyecto acabó con su marcha, quedando Myramar y Edipsa como las sociedades de referencia del proyecto comercial. Más reciente en el tiempo fue la incorporación de Unicaja (a través de la filial Acinipo) como uno de los accionistas mayoritarios.

Tomando como referencia los resultados de Unicaja, el peor de los ejercicios fue 2012, con unas pérdidas superiores a los 5,1 millones. A partir de ahí los números rojos fueron rebajándose de manera continuada hasta lograr un cierto equilibrio en el negocio en 2017 y 2018, que ahora se ven totalmente corroborado.

Las dificultades económicas que ha arrastrado este complejo contrasta con el éxito de público que lleva aparejado desde su inauguración. Los últimos datos conocidos situaban en más de 12,2 millones el número de personas que transitaron por sus negocios el año pasado, lo que supuso un 15,36% más. Un incremento que vino acompañado, a su vez, de un mayor uso del aparcamiento habilitado, que acogió a 528.245 vehículos, un 11% más.

Esta tendencia positiva se vio reflejada en 2019 con la llegada de nuevos operadores comerciales, caso de Hard Rock Café, Hugo Boss, Koala Bay, Ecoalf y Miniso. Unos negocios que vinieron a complementar el atractivo que ya de por sí generó la apertura del Centro Pompidou en el denominado Cubo, localizado en la esquina de los muelles 1 y 2.