Muelle Uno quiere prorrogar otros 20 años la concesión del centro comercial del puerto
La demanda debe ir acompañada de inversiones millonarias en la mejora del espacio
Los promotores de Muelle Uno, compañía participada principalmente por Unicaja, Myramar y Edipsa, contemplan la posibilidad de reclamar la ampliación por hasta otros 20 años del periodo de concesión sobre el espacio comercial del puerto de Málaga. De ser asumida la demanda por parte de la Autoridad Portuaria, la explotación se prolongaría hasta 2055. De acuerdo con las fuentes consultadas por este periódico, la razón que lleva a la empresa a sopesar seriamente la aplicación de una de las cláusulas marcadas en el pliego de concesión se sustenta en la necesidad de sacar mayor rendimiento a una de los grandes proyectos de la operación puerto-ciudad.
Hay que tomar en consideración que los primeros diez ejercicios se han visto afectados de lleno por el retraso en la terminación de los trabajos de adecuación de la zona portuaria, de un lado, y por la crisis económica, de otro. Una circunstancia que ha motivado que desde el arranque de la actividad de la que fue bautizada como nueva calle Larios de Málaga, los resultados de los años 2012, 2013 y 2014 han sido negativos, presentando importantes pérdidas. Sólo el año pasado (dato hasta noviembre) los números rojos alcanzaban los 1.784.000 euros.
Una penuria económica que parece va a ir paliándose en los próximos años. Los datos manejados en la concesionaria apuntan a que durante un par de años más es probable que los números sigan siendo negativos. A pesar de ello, la apertura a principios de año del Centro Pompidou ha supuesto un incentivo más que considerable para los comercios de la zona. Muestra de ello es que según las estimaciones es posible que a finales de año hayan pasado por este espacio del orden de 8 millones de euros.
El movimiento de los socios privados, del que oficialmente los responsables del Puerto dicen no tener conocimiento, viene recogido en las condiciones que rigen la concesión del espacio de muelle 1. De acuerdo con las mismas, legalmente tienen la posibilidad de reclamar una ampliación del periodo de explotación una vez se cumpla un tercio del periodo concedido inicialmente. Y es justo ahora cuando se cumple ese calendario que sirve como frontera.
La adopción de la extensión del plazo de concesión no es gratuito, dado que ha de ir acompañada de la asunción por parte de los promotores de una serie de inversiones de mejora en el espacio. La cuantía tendrá que ser superior al 50% de la cifra inicial de inversión siempre que la concesión se prolongue más allá de los 50 años (supuesto para el que incluso se requiere un informe de Puertos del Estado), quedando reservada al 20% si no es así. Así lo marca la Ley de Puertos, en su artículo 82.
En este punto, según varias fuentes consultadas, queda por aclarar si se toma como punto de partida el aporte original comprometido por Udisa, firma que encabezó la unión temporal de empresas adjudicataria del proyecto (posteriormente se desvinculó de la iniciativa), y que ascendía a unos 36,7 millones, o la que posteriormente resultó tras la aparición de Myramar y Edipsa, que se disparó hasta superar los 55 millones.
Otra cuestión a precisar es qué tipo de obras han de ser acometidas, parámetros que han de ser acordados con la Autoridad Portuaria. Una vez resueltos estos interrogantes, no parece aventurado prever un acuerdo que permita a Muelle Uno prorrogar la concesión. Uno de los objetivos de los privados es el de prolongar la amortización del proyecto.
Y ello a pesar de los no pocos conflictos en los que andan metidos ambos socios. El último ejemplo de ello es la negativa de los promotores privados al plan del Puerto de modificar a comercial el uso de la estación marítima construida en las proximidades de La Farola. Las firmas explotadoras del centro comercial del puerto han sido las únicas en alegar contra esta iniciativa, considerando que puede tratarse de una competencia.
Esta maniobra ha generado el malestar en el seno de la Autoridad Portuaria, que aboga por abrir a explotación un edificio que fue ejecutado, justamente, por Muelle Uno dentro de las cargas exigidas en el pliego de condiciones del contrato. Tras conocer el contenido de la alegación, los técnicos del ente público redactan ahora la respuesta, que habrá de ser remitida a la Gerencia de Urbanismo, organismo que habrá de decidir respecto a la alegación de Muelle Uno.
También te puede interesar