Muere monseñor Antonio Dorado Soto, obispo emérito de Málaga

Las campanas de la Catedral de Málaga repican en señal de duelo por el fallecimiento de monseñor Antonio Dorado Soto, quien fuera obispo de Málaga entre 1993 y 2008. La Diócesis de Málaga ha informado este martes de su muerte a los 83 años tras varios días convaleciente, agregando que la capilla ardiente quedará instalada en la Iglesia Capitular del Sagrario hasta las 23:00 para aquellos fieles que quieran despedir al obispo. Continuará este miércoles, de 9:00 a 13:00. A partir de esa hora tendrá lugar la misa corpore in sepulto en la Catedral de Málaga, donde Dorado Soto será enterrado.

Monseñor Antonio Dorado Soto, original de Toledo donde realizó sus estudios eclesiásticos, recibió la Ordenación Sacerdotal en 1956 y llegó a Málaga en mayo de 1993, cuando tomó posesión como obispo de la Diócesis tras ser nombrado por el Papa Juan Pablo II. En 2006, a los 75 años, presentó su renuncia al Santo Padre como establece el Código de DerechoCanónico. Tras su renuncia y la toma de posesión como obispo de la Diócesis malagueña de monseñor Jesús Catalá en 2008, Dorado Soto queda como obispo emérito.

Antes de su llegada a la provincia y después de su trayectoria en Toledo, pasó por la Diócesis de Guadix primero como Vicario General y Arcediano del Cabildo Catedral. En 1969 fue elegido Vicario Capitular de dicha Diócesis al quedar la sede vacante y, un año más tarde, fue designado obispo, recibiendo la Ordenación Episcopal.

En 1973 el Santo Padre lo nombra obispo de Cádiz-Ceuta, tomando posesión de esta Diócesis ese año. En la Plenaria del Episcopado celebrada en febrero de 1984 fue elegido Presidente de la Comisión Episcopal del Clero, siendo reelegido en 1988. Al frente de esta Comisión Episcopal realizó una densa y reconocida labor, promoviendo simposios y estudios sobre la vida y espiritualidad de los sacerdotes, que culminó en el Congreso sobre Espiritualidad celebrado en 1989. Asimismo, ha participado en tres Sínodos ordinarios de los Obispos, el último de los cuales tuvo lugar en 1990 en el que se trató sobre la formación de los sacerdotes. Fue también Obispo Delegado para la Vida Religiosa de la Asamblea de los Obispos del Sur.

Monseñor Antonio Dorado Soto fue elegido Presidente de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis en 1993 en la reunión Plenaria de la Conferencia Episcopal, siendo reelegido en 1996 para un segundo trienio y dejando la presidencia en 1999. A partir de esta fecha pasa a formar parte como Vocal de dicha Comisión Episcopal y vuelve a esta presidencia para el trienio 2005-2008 al ser nombrado de nuevo presidente en la LXXXIV Asamblea Plenaria de la CEE, celebrada en Madrid . En la XCI Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española que tuvo lugar en 2008 pasó a ser miembro de las comisiones episcopales de Enseñanza y Catequesis y de Migraciones para el trienio 2008-2011.

Dorado Soto es autor también de diferentes libros como Los caminos del apostolado seglar, Los caminos de nuestra Iglesia yMaría, la Virgen Madre de Dios.