La pareja de la directora del Museo de Nerja, condenada a 24 años de cárcel El empresario cordobés que mató a su novia, condenado a 24 años de cárcel

El empresario cordobés acusado de asesinar a su pareja de 131 puñaladas tendrá que pasar en la cárcel 24 años. La Audiencia Provincial de Málaga ha condenado a Miguel M. A. a 23 años de prisión por un delito de asesinato, al que suma un año más por malos tratos habituales. El juicio se celebró este mismo mes de noviembre ante un jurado popular que lo declaró culpable de asesinato, con los agravantes de alevosía y ensañamiento.

"Los miembros del jurado declararon probado por unanimidad que la agresión comenzó cuando Miguel, de manera sorpresiva, se acercó por la espalda a Ana María, que estaba desprevenida, y le golpeó con una botella de vino en la parte posterior de la cabeza", recoge la sentencia. Con la contusión la víctima, con la que mantenía una relación sentimental, quedó "aturdida y sin posibilidad real de defenderse, de lo que se aprovechó el acusado para conseguir con más facilidad su propósito". En ese momento fue cuando el acusado la trasladó cogiéndola del pelo hasta el baño anexo al dormitorio. "Al clavar 131 veces en el cuerpo de Ana María, pretendía no solo ocasionarle la muerte, sino también de manera deliberada producirle sufrimiento adicional", continúa.

El acusado dijo durante su declaración que la víctima lo había atacado primero con un cuchillo y que logró arrebatárselo hiriéndose en la mano, pero el jurado no lo declaró probado al exponer los forenses que esos cortes se los debió producir mientras apuñalaba a la víctima, al estar "el cuchillo ensangrentado y, debido a ello, resbaladizo".

Los médicos forenses mencionaron en su informe que la entonces directora del Museo de Historia de Nerja presentaba "hematomas evolucionados" producidos por golpes anteriores al día en que falleció. Lo que sumado a la declaración de un compañero de trabajo de la víctima y de la perito psicólogo que mantuvo varias entrevistas con el acusado en las que le habló de discusiones, empujones y hasta un mordisco en la nariz, hizo que la mayoría de los miembros del jurado -7 votos- entendieran acreditado un delito de maltrato habitual. "En un periodo de pocos meses, atentó contra la integridad física de la denunciante, al menos en tres ocasiones (incluida la agresión que provocó su fallecimiento), lo que sin duda debió crear en la víctima un clima de terror", recoge la sentencia.

Valora el Tribunal de la Audiencia a la hora de marcar la pena "las circunstancias personales del acusado", de 42 años de edad, con una "existencia muy desgraciada" por la pérdida de su madre y de su padres durante su infancia y su adolescencia y posteriormente la de su hija de corta edad. Pero no tiene en cuenta los problemas psicológicos y el consumo de cocaína y alcohol a los que tanto el encausado como su defensa aludieron durante la vista oral, en la búsqueda de que fuera absuelto de un delito de homicidio y a cambio se concretara su ingreso en un psiquiátrico durante tres años.

No ha quedado acreditado, según recoge la sentencia sobre la decisión de los miembros del jurado, que "presentara ninguna enfermedad mental que afectara de alguna forma a sus facultades de entender". Y tampoco se ha podido demostrar un consumo excesivo de cocaína y alcohol. Los informes toxicólogos revelaron "un consumo medio o bajo" dentro del hábito del acusado y los primeros agentes de la Guardia Civil que acudieron a la vivienda de la víctima los vieron "muy frío, tranquilo y sin balbucear".

La Fiscalía de Violencia contra la Mujer solicitaba una pena de cárcel algo superior a la fijada por la Sala. Pedía 28 años de prisión, 25 por el delito de asesinato -lo máximo permitido por las circunstancias en las que se produjo- y otros 3 por malos tratos. El ahora condenado tendrá además que indemnizar al hermano de la víctima con 120.000 euros por "el grave daño moral sufrido como consecuencia de los hechos", cantidad que pidió el Ministerio Público.