Málaga

Nadal visto por Nadal

  • Toni Nadal destaca las claves de superación en la apertura del curso del colegio Torrequebrada

"Me llamo Toni Nadal y creo que lo más destacable es que soy tío de Rafa Nadal, que es la razón por la que he sido tantos años y sigo siendo su entrenador". Con estas palabras inició ayer su lección en el Colegio Internacional Torrequebrada el preparador del número 1 del tenis mundial. Su discurso fue el elegido para inaugurar oficialmente el curso escolar en este centro benalmadense, intervención que Nadal aprovechó para relatar algunas situaciones y métodos de trabajo que han hecho posible que el tenista de Manacor alcance el primer puesto en el ranking mundial de la ATP.

Por medio de pequeñas historias, Toni Nadal desgranó su vida y la de su sobrino, que han estado estrechamente vinculadas. Es más, el entrenador aprovechó la ocasión para afirmar que la educación "es fundamental" para un buen desarrollo de la sociedad y puso en relieve el papel de los profesores. "Han dicho que voy a dar una lección magistral, pero creo que no soy maestro en ninguna materia. Nosotros lo único que hemos hecho es jugar al tenis y esto no es meritorio. Lo meritorio sería decir que hemos conseguido hacer de un juego una profesión", afirmó.

Arrancó su charla, que estuvo interrumpida en varias ocasiones por los aplausos del público, relatando los comienzos de Rafa. Recordó que desde corta edad el joven sabía que quería ser un destacado deportista, aunque se decantaba más por el fútbol. Sin embargo, la raqueta se le daba bien, por lo que su tío comenzó a entrenar con él. Y es que Toni contó que él llegó a ser entrenador casi por casualidad, pues sus padres le incitaban a que terminase sus estudios, a pesar de que su pasión era el tenis.

En principio, los entrenamientos con Rafael se basaban sobre todo en la diversión, algo que, para Toni, "no tiene que estar reñido con aprender", algo que le inculcó a su sobrino. A los 11 años, los entrenamientos llegaron a ser más exigentes, pues el de Manacor comenzó a destacar en este ámbito.

"Tuvo una entrada precoz en el circuito profesional, a los 16 años. A partir de ese momento comenzamos a viajar a ciudades importantes. Rafael empezó a convivir con gente mayor, a ganar dinero… Mi preocupación es que no tuviese una visión equivocada de la vida", advirtió.

Para desarrollar la carrera del joven, Toni apostó por enseñarle a establecer objetivos, metas que deberían ser "elevadas pero asumibles". Cada torneo, cada entrenamiento y cada golpe de raqueta eran importantes, por lo que el mallorquín se ponía metas a corto plazo. Para evitar el abandono o la desidia, Nadal explicó que hay claves, como amar lo que uno hace, saber que nunca se es lo suficientemente bueno y que el mejorar siempre cuesta. "Hay que tener confianza en uno mismo, porque en esta vida hay pocas cosas que no estén al alcance de nuestro esfuerzo", explicó. Contó al auditorio que su forma de vida y su manera de entrenar están basados en los valores tradicionales, caso de la disciplina y el esfuerzo.

"Le he pedido a mi sobrino que ponga la máxima ilusión y entrega en cada entrenamiento o cada vez que golpea la pelota. La actitud es más importante que la aptitud", afirmó dirigiéndose a los jóvenes y padres que llenaron la sala.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios