"Nadie me sacará de mi casa; yo nunca la vendí"
Josefa Ruiz, de 78 años, vive con apuros económicos
A sus 78 años, Josefa Ruiz mantiene al detalle cada rincón de su vivienda en Alhaurín de la Torre. Es su casa de toda la vida aunque oficialmente ya no le pertenece. La perdió cuando la directora de la residencia donde ingresó de forma provisional por una caída presuntamente se quedó con ella y decidió venderla.
Recibe a los periodistas en el salón y explica que acaba de llegar del Ayuntamiento de pagar las plusvalías de esta casa que ella nunca vendió y de cuya operación de compra-venta no vio ni una sola peseta, dice. "Además de las plusvalías también tengo que responder al pago de 1.500 euros de contribución y eso que ya no es mía", se queja.
Pero Josefa no se viene abajo. A su edad, mantiene una lucha feroz para intentar recuperar su único patrimonio: su casa. "Llegaré hasta el Supremo o donde haga falta", explicaba ayer con contundencia desde la misma vivienda que ya no figura a su nombre, pero de la que nadie se ha atrevido a desalojarla.
Josefa Ruiz y su marido, hoy fallecido, Francisco Godoy, ingresaron en la residencia "haciéndoles firmar la acusada un contrato de ingreso en el que se hacía constar mendazmente que al no disponer de ingresos suficientes cedían su vivienda", según recoge el escrito de acusación de la Fiscalía. Cuando el matrimonio abandonó la residencia y, pese a haber pagado todos sus recibos, se encontró presuntamente con que su casa ya había sido vendida a un tercero.
Hoy, Josefa tiene miedo de perder su autonomía (vive en un primero sin ascensor) y de no contar con su propiedad para poder hacer frente, en un futuro, al pago de una residencia. Ya la ha visto. "Está muy bien, tiene todas las comodidades", sueña.
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