Nitrógeno líquido a -60º para curar el corazón
Salud
El Clínico participa en una investigación internacional sobre un tratamiento avanzado para las arritmias cardiacas. Un millar de pacientes ya son controlados a distancia con telemedicina.
Imagine un cable roto de una plancha que da corriente. Para repararlo basta con envolverlo con cinta aislante porque así se evita que haya electricidad fuera de su sitio. Salvando las grandísimas distancias, algo así es lo que hacen los cardiólogos para curar un determinado tipo de arritmias: corregir una actividad eléctrica que está fuera de lugar. El corazón necesita impulsos eléctricos para bombear y funcionar correctamente. Pero cuando esa actividad esta fuera de su lugar -exactamente a la vuelta de la vena pulmonar que entra en la aurícula derecha- los latidos son irregulares y más rápidos de lo normal. Aparece entonces una patología.
Los cardiólogos la tratan con calor (radiofrecuencia) o frío (nitrógeno líquido a 60 grados bajo cero). En ambos casos, el objetivo es aislar las venas pulmonares para evitar esa actividad eléctrica que no debería estar ahí, según explica el responsable de la sección de Arritmias del Hospital Clínico, Javier Alzueta. La técnica que recurre al calor es la más antigua, la más utilizada hasta ahora y lleva en torno a unas cinco horas de quirófano. Los cardiólogos entran con un catéter desde la pierna hasta el corazón. Una vez allí, alrededor de la vena van haciendo como quemaduras con las que logran aislarla evitando así esa actividad eléctrica anormal que causa la arritmia.
La técnica que utiliza el frío emplea minúsculos globos de nitrógeno líquido a 60 grados bajo cero que, de una vez, aísla la vena consiguiendo el mismo resultado: aislar la vena y evitar la actividad eléctrica que desestabiliza el corazón provocando que lata de manera irregular y más rápido de la cuenta. Pero la crioablación -como se llama este tratamiento- se hace en la mitad del tiempo; aproximadamente en unas dos horas y media.
El área de Arritmias del Hospital Clínico ha participado en una investigación internacional en la que se han comparado ambas técnicas. En el estudio han trabajado hospitales de Alemania, Reino Unido, España y Canadá y se han analizado de forma comparativa los resultados de un millar de enfermos. La conclusión -publicada en la revista New England Medicine- recoge que la técnica que emplea el frío tiene los mismos resultados, pero es menos compleja y más cómoda para el paciente ya que se hace en la mitad del tiempo que la que utiliza la radiofrecuencia. "En los casos en los que esté indicado, se impondrá el frío al calor", vaticina Alzueta.
La Unidad del Corazón del Clínico controla a distancia a más de un millar de pacientes que llevan dispositivos cardíacos, como desfibriladores, marcapasos o resincronizadores. La ventaja de esta vigilancia remota no sólo es que los enfermos se ahorran desplazamientos al hospital. También, que están vigilados de forma permanente lo que mejora su pronóstico porque están controlados de forma permanente.
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