Noches de Ronda

La ciudad del Tajo ofrece recorridos nocturnos para obtener una visión diferente de los monumentos iluminados artísticamente y en un ambiente de más silencio

Noches de Ronda
Noches de Ronda
Javier Flores / Ronda

15 de agosto 2011 - 01:00

El intenso calor del verano hace que pasear por la ciudad se convierta en muchos momentos en un sacrificio y no en un momento de disfrute de la belleza monumental. Por ello muchos ciudades, especialmente de interior, han decidido poner en marcha diferentes programas para que los turistas puedan recorrer la ciudad durante la noche. Una de ellas es Ronda, que abre dos de sus principales monumentos a visitas nocturnas durante los tres días de mayor afluencia de visitantes. Jueves, viernes y sábados es posible recorrer durante la noche los Baños Árabes y el Palacio de Mondragón, que son los que mayor número de personas reciben durante el día. La visita ofrece una visión totalmente distinta de estos monumentos. En ellos cobran protagonismo el silencio y los sonidos de la noche, además de una iluminación que juega con las sombras que deja la iluminación artística. Hasta la medianoche estos monumentos tienen abiertas sus puertas.

Pero el recorrido puede ir mucho más allá, una vez que se puede contar con el asesoramiento de un guía para poder visitar los rincones más bellos de la ciudad. En buena parte de ellos no es necesario tener que entrar para poder contemplarlos, como el propio Tajo y el Puente Nuevo, que permanecen iluminados durante buena parte de la noche. Son los más conocidos, pero pasear por la empedrada cuesta de Santo Domingo para desembocar en el Arco de Felipe V ofrece un viaje a otros tiempos remotos. Desde allí se puede ver también una visión espectacular del popular barrio de Padre Jesús al fondo. Destacan su conocida fuente de los ocho caños y la propia iglesia, cuya fachada de piedra resalta sobre el blanco de las paredes que predomina en este barrio.

No menos impresionante es la estampa que se puede disfrutar desde el puente romano, más conocido en la ciudad como el puente viejo y que deja ver la totalidad de las murallas de Albacara con la figura de la iglesia del Espíritu Santo perdiéndose en el negro del cielo.

Desde este punto podemos continuar nuestro paseo hasta llegar a la propia plaza Duquesa de Parcent, que acoge la impresionante imagen de la colegiata de Santa María, el Ayuntamiento de Ronda y dos conventos. Es momento de perderse por los callejones que nos adentran hacia el corazón del casco viejo. Allí encontraremos el palacio de Mondragón o la fachada del Santuario de la Virgen de la Paz. Sin olvidarnos del único alminar que sigue en pie en la ciudad, y que forma parte de una de las mezquitas que tuvo la ciudad.

En este recorrido por las estrechas calles podemos tener la oportunidad de realizar una parada en algunos de los bares que todavía tienen sus terrazas abiertas. De este modo podremos contemplar alguno de sus plazas con mucha mayor tranquilidad.

Otra opción es encaminarnos hacia el barrio de San Francisco. Allí nos espera la impresionante imagen de la puerta de Almocabar y sus murallas iluminadas, como esperando revivir alguna de las muchas batallas que se libraron en sus muros para conquistar y reconquistar una de las plazas más importantes de Andalucía durante época cristiana y musulmana. Aquí, la figura casi diluida de la iglesia del Espíritu Santo emerge majestuosa sobre las murallas de la ciudad vieja, dejando una imagen difícil de olvidar. Un marco que quedará grabado por mucho tiempo en nuestras retinas si queremos disfrutar de una agradable velada en compañía de la familia y amigos en alguno de los diversos restaurantes existentes en la plaza Ruedo Alameda, contigua a las murallas.

De este modo la ciudad del Tajo quiere explotar uno de sus grandes atractivos. Las espectaculares imágenes que ofrecen diferentes puntos del casco antiguo y sus monumentos, que en la gran mayoría cuentan con iluminación artística, lo que permite disfrutar de toda su grandeza y alejarse del sofocante calor.

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