Novasoft renegocia su deuda y evita el concurso de acreedores
La compañía llega a un pacto con la mayoría de proveedores y bancos y "garantiza" la estabilidad de sus 800 empleados
Novasoft ha conseguido evitar in extremis el concurso de acreedores en su división de ingeniería -la más importante del grupo al representar el 60% de las ventas- tras alcanzar un acuerdo firmado con la mayoría de proveedores y tener un pacto verbal con la mayoría de las diez entidades financieras con las que tiene deudas. Novasoft solicitó el preconcurso en el Juzgado Mercantil de Málaga en octubre y tenía cuatro meses para renegociar su deuda, por lo que se le acababa el plazo. De no haber llegado a un acuerdo, habría tenido que solicitar el concurso de acreedores y quedar en manos de los administradores que designara el juez.
Francisco Barrionuevo, presidente de la compañía, explicó ayer que no se ha negociado ninguna quita de la deuda, sino una ampliación en los plazos de pago. "Necesitamos tiempo para cobrar lo que nos deben y reenfocarnos en otros mercados", señaló Barrionuevo.
La división de ingeniería está enfocada a la realización y venta de productos y servicios tecnológicos para las Administraciones Públicas. En los últimos años consiguieron ganar muchos contratos de ayuntamientos, comunidades autónomas o de la propia Administración central. El problema es que Novasoft hizo el trabajo pero ha tenido muchos problemas para cobrarlos. De hecho, Barrionuevo afirmó que tienen deudas de ayuntamientos y mancomunidades desde 2008. En conjunto, Novasoft asegura que las Administraciones Públicas le deben 11 millones de euros y eso ha lastrado las cuentas de la empresa malagueña. "En 2012 hemos tenido que salir de clientes y proyectos que nos estaban hundiendo y matando. Hemos tenido proyectos contratados con 60 personas trabajando en ellos con facturas acumuladas de un año, de forma que al final éramos nosotros los bancos de esas Administraciones", lamentó Barrionuevo, quien denunció que hay instituciones que están tardando en pagar 300 o más días, cuando en la Ley de Morosidad se establece que las Administraciones deben abonar sus cuentas en un máximo de 45 días en 2012 y de 30 días en 2013.
La solución, según Barrionuevo, será no buscar contratos de Administraciones morosas. El presidente de Novasoft indicó que ya no le venden a los ayuntamientos y que su objetivo es centrarse, principalmente, en la Administración Central, "pues es la que mejor paga". También están buscando clientes públicos en el extranjero, con filiales en Panamá, Chile y México.
Varios de los proyectos que tenían se los han cedido a otros competidores, otros que ya han finalizado no van a ser renovados por parte de la empresa y los que aún están en vigor deberán ser concluidos pese al riesgo de demorar nuevamente los cobros. Con esta nueva estrategia, Novasoft asegura que "garantiza la estabilidad laboral de la plantilla", fijada en unos 800 empleados, y "mantiene su competitividad".
Al optar a menos contratos Novasoft prevé facturar un 33% menos este ejercicio, hasta los 40 millones de euros, aunque la empresa malagueña confía en tener más facilidades para cobrar los contratos firmados y, de esta forma, ir pagando a proveedores y bancos.
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