Con tan solo 17 años, a Lucía no le quedó otra que saltar al vacío desde un segundo piso. No lo pensó, pues hacerlo le hubiese deparado un destino seguramente mucho peor. Un joven de 21 años, con el que había mantenido una relación sentimental y al cual le constaba una orden de alejamiento con respecto a la adolescente por malos tratos, se coló en el interior de su domicilio escalando descalzo y a través de una ventana. Con el rostro oculto bajo una mascarilla, esperó  que  llegara al inmueble. Entonces la atacó y persiguió con un hacha, provocándole golpes y cortes en el cráneo y en algunos tendones de su mano. La menor logró sobrevivir.

Como Lucía, otras 91 jóvenes entre 14 y 17 años han sido víctimas de violencia de género desde 2013 a hasta el 30 de mayo de 2023 en la provincia de Málaga, nueve más que al cierre de 2022. De ellas, 46 cuentan actualmente con protección policial a través del Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género (VioGén), según el último informe elaborado por esta herramienta dependiente del Ministerio del Interior. Además, el departamento liderado por Fernando Grande-Marlaska considera que una de estas adolescentes se encuentra en riesgo alto; mientras que, ocho en medio y 19 en bajo –en los 16 restantes no se aprecia–.

Si bien, son las mujeres que tienen desde 31 hasta 45 años entre las que se encuentra un mayor porcentaje de víctimas de violencia de género. Solo en lo que va de año, 279 han sido maltratadas a manos de sus parejas o exparejas. A fecha de 30 de mayo de 2023, el Ministerio del Interior controla un total de 1.746 casos, de los que una opción que el presunto agresor pueda ejercer, de nuevo, algún tipo de violencia sobre la víctima. También significativo es el número de casos activos en la franja de edad que oscila entre los 46 y los 64 años, donde asciende a 993, 28 más que el 31 de diciembre de 2022. 

No obstante, cabe destacar el incremento de la cifra de mujeres protegidas en todas las edades como consecuencia, seguramente, de una mayor disposición de las víctimas a denunciar estos delitos y a poner sus casos en manos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Hace diez, ya había registrados un total de 15.546 casos, de los que 3.054 permanecían activos: seis en riesgo alto, 146 medio, 755 bajo y la gran mayoría (2.147) no se apreciaba riesgo.

Hasta hoy, 22.044 más han requerido a lo largo de estos años protección policial y seguimiento por violencia de género y, en la actualidad, 3.821 mujeres siguen estando controladas por este sistema, 659 más que una década atrás. Uno de los datos relevantes es que ahora más de la mitad de los víctimas que cuentan con un caso activo se encuentran en riesgo por parte de su maltratador. Para 60 de ellas, el peligro es alto; para 394, medio y para 1.587 bajo. 

Pero, la lacra machista no solo afecta a la víctima, sino que salpica directamente las personas más cercanas. Sobre todo, a los hijos que las mujeres pueden tener a su cargo. De esta manera, el último informe elaborado por VioGén detalla que 381 menores se encuentran en situación de vulnerabilidad –cuatro alto, 34 medio y 167 bajo–, 47 en riesgo –tres alto y 44 medio–, mientras que 345 son casos de especial relevancia –58 alto y 287 medio–.