Nuevos desalojos por derrumbes ante la amenaza de otro temporal
Efectos del temporal Varias familias de Estepona, Manilva y Casarabonela siguen fuera de sus casas
Tres familias tuvieron que ser evacuadas en la madrugada del miércoles por el riesgo de desprendimiento de una ladera en La Cala del Moral · Mañana volverá a llover en toda la provincia
Los efectos del fuerte temporal de lluvia del pasado fin de semana se siguen dejando notar en la provincia y ayer obligaron a desalojas a nueve personas de tres viviendas que corrían el riesgo de quedar sepultadas por los corrimientos que se produjeron en una ladera cercana a una urbanización de Rincón de la Victoria. Ayer la lluvia dio un ligero respiro, pero mañana volverá a entrar un nuevo temporal.
Hace tres meses que los vecinos de Terraza de Riosol en La Cala del Moral están advirtiendo del peligro que supone la ladera que tienen justo detrás de sus viviendas. Día y noche han estado observando cómo la montaña de tierra se estaba desprendiendo. El último aviso lo dio el administrador de la urbanización al Ayuntamiento una semana antes de que en la madrugada de ayer fueran desalojados. "¡Demasiado ha aguantado con la lluvia de todo el invierno. Habrá que ver qué pasará cuando la tierra se seque después del temporal", repiten los vecinos, que esperan a pie de bloque en la cortijada conocida como Los Delgados, paralela al arroyo Totalán.
Y tal como predecían los propietarios, el susto llegó por la noche. Las tres familias tuvieron que abandonar sus viviendas en la madrugada del martes como medida preventiva. Zeus Leiva y su mujer tienen dos pequeños de 3 años y dos meses. Viven en el bajo, y su vivienda es la que linda con el desmonte. "Desde las 22:30 de la noche escuchaba por la ventana cómo iban cayendo piedrecitas. El problema fue cuando empezaron a caer cada vez más grandes y continuadas", comenta Zeus, que asegura que el portal temblaba y el ruido asustaba.
Los técnicos de Urbanismo, representantes de la empresa y del equipo de gobierno visitaron ayer el lugar del siniestro para apuntar soluciones. El Ayuntamiento de Rincón de la Victoria ha emitido "una orden de actuación inmediata para que la empresa constructora responsable de la edificación actual y colindante, actúe de forma urgente para la puesta en marcha de las medidas necesarias para estabilizar la zona".
En Casarabonela, tres de las cuatro familias que vieron como el pasado martes se derrumbaba una ladera sobre sus viviendas volvieron ayer a sus casas con mucho temor. La familia Cueto Cuenca, propietaria de tres de las casas afectadas por el desprendimiento de rocas provenientes de una ladera sobre la que se asientan los restos del castillo, se puso ayer manos a la obra para reparar los desperfectos. "Hemos pasado parte del día en el hostal al que tuvimos que acudir al ser desalojados, pero todos hemos decidido volver después del susto", comentó Juan Cueto.
Todos ellos, vivieron una de las peores noches de sus vidas al despertar repentinamente por el fuerte ruido que provocó el golpe de una gran roca que se desplomó acompañada de piedras y tierra. "Fue un ruido tremendo, saltamos de la cama y corrimos fuera para ver que ocurría pero no se veía nada con la lluvia y de noche. Cuando logramos ver la roca no nos lo podíamos creer", explicó Cueto.
Todos regresaron ayer exceptuando los propietarios de la vivienda más dañada por el desprendimiento de esta gran roca, que fue a parar sobre su piscina y actuó de freno, evitando mayores daños en las casas próximas.
Durante el día de ayer se iniciaron los trabajos en la zona por parte de los operarios del Ayuntamiento que han comenzado con la reparación de la red de agua que quedó inutilizada.
Los vecinos de Estepona y Manilva que tuvieron que abandonar el lunes sus viviendas tras el derrumbe parcial de las mismas como consecuencia del temporal también tratan de volver a la normalidad. Microondas, televisores, bolsas de ropa y comida. Todos tratan de salvar lo poco que pueden aunque algunos llevan tres días con la misma ropa porque no les ha dado tiempo "ni a coger una muda".
Así lo explicaba ayer Laura Milice, vecina de la calle Londres de la urbanización Forest Hill de Estepona, en la que el asfalto se ha hundido más de un metro en tan solo unas horas dejando impracticable la zona. La lengua de tierra que se desliza por la colina, además del firme, está arrastrando los cimientos de algunas viviendas que están precintadas y a las que sus propietarios no han podido acceder ni siquiera por lo más básico.
En la calle Berlín, la paralela a la calle Londres, hay vecinos que han sufrido una situación similar. Según María del Mar Martí Lara, "los propietarios de la vivienda de al lado de la mía intentaron entrar a coger las escrituras, los papeles del seguro y algunos objetos personales, pero al abrir la puerta su hijo vio cómo el techo estaba completamente hundido. Lo han perdido todo".
Ante esta situación, han seguido las indicaciones de la policía y han abandonado la vivienda a la espera de que desde el Consistorio derriben el muro que amenaza con aplastar su propiedad.
En Manilva, mientras tanto, David Ordóñez, primer desalojado de la urbanización Monte Viñas, sigue visitando su vivienda a diario. Según explica, "me levanto todos los días pensando en cómo estará mi casa".
El suelo sigue cediendo y el mobiliario de la casa en la que David lleva viviendo cinco años sigue dentro. Según explicó, "el sábado tuvimos que dejar la vivienda después de que se desprendiera la terraza".
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