El 27 de marzo el chiringuito Litoral cerró sus puertas, a pesar de que la orden de su clausura aún no se ha ejecutado. La Demarcación de Costas ordenó la clausura de este establecimiento, junto a Maná, por ocupación ilegal del espacio ya que no cuentan con ningún tipo de autorización ni título concesional en el que aparezcan el espacio autorizado y el uso que del dominio público marítimo-terrestre. "Somos unos siete chiringuitos los que estamos esperando el permiso para poder abrir. Yo abrí en Semana Santa y me multaron, amenazándome incluso con precintar el local el 15 de mayo. Nos dicen que nos tenemos que mover y hacerlo más pequeño pero no nos dan planos ni ubicación para poder comenzar a construir uno nuevo", relata Encarna, propietaria del Merendero Litoral, agregando que llevan varios meses luchando por la regularización pero no "obtienen respuesta".

Junto a estos dos locales, no obstante, más de un centenar se encuentran una situación similar desde a finales del pasado mes de febrero la Junta de Andalucía y Costas acordaran poner en marcha de nuevo el proceso de regularización de los locales que llevan años ocupando el dominio público con concesiones provisionales de obra y otras incluso con autorizaciones para instalaciones provisionales de madera.

"Tienen que salir a exposición pública y eso lleva un trámite, porque hay unos requisitos nuevos por ley y la norma se tiene que aplicar", explicó el presidente de la Asociación de Empresarios de Playas de la Costa del sol, Manuel Villafaina. En este sentido, si se cumple el compromiso de la Junta, para el próximo mes de septiembre todos estos epara pstablecimientos contarán con una concesión definitiva para los próximos 30 años que les dará garantía jurídica para acometer las reformas y adaptaciones que les exige la ley estatal.