Pocos avances en el diseño de una tarifa del agua que contente a los grupos de la oposición y las asociaciones de consumidores, y con la que le salgan las cuentas a la Empresa Municipal de Aguas (Emasa) de Málaga. Tras descartar algunas de las propuestas planteadas porque supondrían pérdidas para las arcas municipales de entre 3 y 9 millones de euros, la opción que se pondrá hoy sobre la mesa en la tercera reunión celebrada al respecto será tratar de abaratar el precio del metro cúbico del primer bloque y bonificar así a los que menos consumen.

Es decir, todos aquellos que gasten menos de dos metros cúbicos por persona en un periodo de dos mes podrían beneficiarse de ese cambio si finalmente llega a plantearse, ya que en principio no se contempla ampliar la cantidad de agua del primer bloque tal y como ha sido propuesto por alguno de los integrantes de la mesa técnica constituida el pasado mes de septiembre para tratar de buscar un sistema tarifario que contente a todos. Eso sí, si el consumo se pasa de esa cantidad toda el gua gastada pasará a cobrarse en el precio por metro cúbico establecido en el bloque siguiente.

De momento, la tarea se avecina complicada y, según pudo saber este periódico, la solución perfecta no resultará tan fácil. La idea general es tratar de fomentar un consumo de agua razonable primando a las personas que menos gasten con un precio más bajo, pero sin perder de vista las cuentas municipales porque la propia directiva marco europea del Agua no permite fijar unas tarifas que pongan en peligro el equilibrio económico de la empresa encargada de prestar el servicio de abastecimiento.

Así las cosas, de la reunión prevista para hoy pocos avances se esperan y probablemente habrá que seguir haciendo números hasta conseguir encontrar una tarifa más justa e igualitaria para los 250.000 clientes de Emasa. En el mejor de los casos deberán transcurrir al menos seis meses para que el cambio de tarifa se ha una realidad una vez consensuada.

Las quejas surgidas en torno al actual sistema, que entró en vigor en noviembre de 2013, obligó al equipo de gobierno del PP en el Ayuntamiento de Málaga a dar marcha atrás hace unos meses y acceder a buscar una alternativa que no penalizará a los hogares con menos habitantes. La principal demanda de la oposición y las asociaciones de consumidores es que con el actual sistema se penaliza a aquellas personas que viven solas o en pareja, ya que si el segmento de consumo más barato antes era de hasta 5 metros cúbicos al mes, el actual lo reduce a entre 0 y 2.

Quejas desde que entró en vigor hace dos años

Las quejas surgidas en torno al actual sistema, que entró en vigor en noviembre de 2013, obligó al equipo de gobierno del PP en el Ayuntamiento de Málaga a dar marcha atrás hace unos meses y acceder a buscar una alternativa que no penalizará a los hogares con menos habitantes. La principal demanda de la oposición y las asociaciones de consumidores es que con el actual sistema se penaliza a aquellas personas que viven solas o en pareja, ya que si el segmento de consumo más barato antes era de hasta 5 metros cúbicos al mes, el actual lo reduce a entre 0 y 2.