Padres del San Patricio ven el caso un "experimento de ingeniería social"

Aseguran que van a utilizar todos los "medios legales" si Educación "no desiste en su empeño de cerrar el centro"

Una madre lee un comunicado, ayer, a las puertas del colegio San Patricio.
Una madre lee un comunicado, ayer, a las puertas del colegio San Patricio.

Un grupo de padres del colegio San Patricio, a título personal y sin estar convocados por el AMPA, tomó ayer la palabra a las puertas del centro para comunicar que utilizarán "todos los medios legales" que estén en sus manos "incluidas las manifestaciones pertinentes a la Junta y Consejería de Educación, si no desisten en su empeño de cerrar el centro". Las declaraciones, leídas en un comunicado por una de las progenitoras, dejaron patente el miedo de las familias a perder el concierto que mantiene la institución con la Junta de Andalucía tras el caso de la menor transexual a la que el centro no respeta su identidad de género.

Los progenitores aseguraron que "se han limitado los derechos de 800 familias las cuales, por prudencia y comprensión, han permanecido en el más respetuoso silencio". Aseguran que la persistencia de los padres de la menor en procurar que se respeten los derechos de su hija está poniendo en peligro la continuidad del colegio de Huelin. "Insistimos en no entrar a valorar la actuación de esta madre con su hija, nuestro interés se centra en proteger a nuestros hijos y velar por su seguridad educándolos en el centro que todos y cada uno de nosotros hemos elegido libremente por su intachable trayectoria y labor social y que ahora se ve amenazado con la retirada del concierto, y por consecuencia, su posterior e inminente cierre", leyeron en el comunicado.

Según este grupo de padres, la familia de la niña transexual de 7 años "ha buscado el bien para su hija" y, sin embargo, "no se ha parado a pensar los posibles efectos que puede provocar en el normal desarrollo social y psicológico del resto de los alumnos el cierre del que hasta ahora ha sido su colegio". Por ello, piden a los padres de la pequeña que "muestren la misma consideración y respeto que hasta el momento han tenido hacia ellos".

Aún más contundentes fueron con la Consejería de Educación. En el manifiesto aseguraron que "no vamos a consentir que se lleve a cabo, con los menores del centro como cobayas, ningún tipo de experimento de ingeniería social temeraria e inaceptable con nuestros hijos con el único objetivo de fines políticos y sensacionalistas". Las familias del San Patricio y Virgen del Carmen, centros dependientes de la Fundación Diocesana de Enseñanza Santa María de la Victoria, también quisieron dejar patente el "enorme perjuicio" que les está causando a sus hijos el caso de transexualidad y "la insistencia de los padres a no dar tregua a una actitud nada beneficiosa" para nadie.

Pero no todos comparten esa opinión. José Antonio Castro, coordinador provincial de IU, mostró ayer su apoyo a Educación y aseguró que ante todo debe cumplirse la ley y no se puede discriminar a ningún niño "por muy centro privado religioso que sea".

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