Desde el pasado 24 de marzo los cinco niños del aula específica del CEIP Salvador Allende y otros ocho que están integrados en clases ordinarias no tienen educador. Tras la jubilación de este profesional que pertenecía al PAS (personal de administración y servicio) la tutora del aula atiende en solitario a los cinco menores. Sus alumnos tienen entre 3 y 13 años, algunos son totalmente dependientes y necesitan vigilancia constante. Por ello, según explican los padres, "nos llaman cada 45 minutos porque no puede dejar sola la clase para cambiar a un alumno o cada vez que una de las niñas tiene ataques de epilepsia, que le dan de 5 a 8 en la jornada escolar". Los progenitores exigen contar de nuevo con la figura del educador y que esté, además, dedicado en exclusividad a cubrir las necesidades de esta clase.

Victoria Eugenia Álvarez, presidenta del AMPA del centro y madre afectada, afirma que la dirección del centro presentó con diez días de antelación a la jubilación del educador un proyecto exigido por la Delegación de Educación. "El proyecto llegó el lunes 17 de marzo a la Consejería en Sevilla, y nos dijeron que no nos preocupásemos, que se estaba valorando en Sevilla, pero no hemos tenido respuesta y llevamos más de una semana sin apoyo", asegura Álvarez y agrega que "estos niños necesitan ayuda para ir al baño, para comer, para subir y bajar a las horas de integración, para la llegada y salida del colegio".

Pero no sólo denuncian la falta de recursos humanos. Los progenitores también han presentado escritos demandando equipamiento adaptado para la talla de tres alumnos "que lo necesitan desde principios de curso" y materiales para trabajar. "De la dotación económica para el aula específica no ha llegado nada. El trabajo se hace cada día cuesta arriba, necesitan material fungible que hay que reponer constantemente y no se está comprando, no se trabaja debidamente con estos niños", critica la presidenta del AMPA.

Álvarez y el resto de padres afectados consideran que "lo que se está haciendo es mantenerlos ocupados cinco horas pero se complica el trabajo con ellos, no se puede comprar nadan y ellos necesitan pictogramas, plastilina, cartulinas, ceras, pinturas de dedos y este tipo de recursos". Protestan porque "la educación tiene que ser para todos iguales, y todos tienen los mismos derechos" y piensan que sus hijos no están en las mismas condiciones que el resto de alumnos del centro.

"Nadie necesita más ayuda que esta aula específica y si Infantil tiene profesores de apoyo que no se mueven de allí, por qué tenemos que compartir al educador, cuando hay pequeños a los que les da una crisis, que hay que tenerlos en brazos, que vomitan, que se hacen sus necesidades encima...", dice esta madre de una niña con un retraso madurativo importante que no se conforma con menos de lo que el centro ha tenido en los últimos años.

Desde la Junta de Andalucía le aseguran a los padres que la gestión se está realizando y que tendrán una respuesta en breve, aunque no se comprometen en darles una fecha para la llegada de un nuevo educador que cubra la jubilación de su predecesor. Las familias afectadas ya han entregado diversos escritos en la Delegación de Educación.