Padres recurrirán para que sus hijos entren en los colegios que prefieren
Siguen el ejemplo de la familia que ha conseguido una sentencia del TSJA que reconoce el derecho a la elección del centro · La matriculación empieza el lunes
El proceso de escolarización va a traer cola. Muchos padres se han puesto en marcha ya para pelear para que sus hijos estudien en los colegios que prefieren. Eduardo Caro, presidente de la Federación Católica de Asociaciones de Padres de Alumnos (Fecapa) tiene ya concertadas varias citas con los progenitores que pretenden conseguir su objetivo. Y lo hacen con razón, según el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). Una sentencia de este tribunal reconoce el derecho de unos padres a elegir el colegio en el que quieren que estudie su hijo, ya que considera que prevalece el derecho constitucional a elegir la educación por encima de baremos o ratios por aula.
"Lo que viene a decir el texto legal es que la ratio no tiene por qué interferir en el derecho de elección del centro y por lo tanto la baremación no sirve para nada", afirmó ayer Caro, que prevé tener mucho trabajo por delante para "que por fin se reconozca este derecho de los padres". Eso sí, la sentencia parece llegar muy tarde para el proceso de escolarización actual, porque el plazo de matriculación empieza el próximo lunes, "pero si no sirve para este año, lo hará para el que viene", añadió Caro, que tendió la mano a la Junta de Andalucía para que "ponga los medios adecuados para que todos los padres de alumnos puedan elegir libremente".
La Administración autonómica dijo ayer que la sentencia del TSJA "afecta exclusivamente a un caso concreto, por lo que en ningún supuesto puede tener repercusiones directas sobre el proceso general de escolarización, competencia de la Junta". Este año, cerca de 1.600 familias malagueñas se han quedado sin plaza en el colegio preferido.
La presidenta de la Federación Democrática de Asociaciones de Padres de Alumnos (Fdapa), Pilar Triguero, afirmó ayer que el actual sistema de baremación "es el único que asegura que no exista discriminación" y que la sentencia del TSJA es una "intromisión en la política educativa" que constituye "un ataque encubierto contra la escuela pública.
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