Málaga

Pedro Sánchez en Málaga: "Gobernaré cuatro años más para todos los españoles"

Pedro Sánchez, durante el acto en Málaga

Pedro Sánchez, durante el acto en Málaga / Carlos Guerrero

Nada de lo ocurrido hasta ahora importó. La socialdemocracia europea llegó a Málaga para exhibir músculo.  El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, entró al Congreso del Partido Socialista Europeo (PES) en FYCMA con paso firme. Aunque era difícil esperar otra cosa en un acto de estas características, con la plana mayor de la familia política presente, y en un evento que busca reafirmar sus líneas maestras. 

Una seguridad demostrada que no era para menos. Poco antes del comienzo de las intervenciones, enmarcadas en el último día del cónclave, el canciller alemán, Olaf Scholz, garantizó al presidente español el soporte de Alemania a la vicepresidenta primera en funciones, Nadia Calviño, para presidir el Banco Europeo de Inversiones (BEI). 

Sin embargo, sí que hubo reminiscencias de un hecho que ha generado mucho ruido en el seno del socialismo europeo como la dimisión del primer ministro de Portugal Antonio Costa por presunta corrupción, que, eso sí, fue puesto del revés por Sánchez, quien arrancó su disertación mostrándole su apoyo. "Quiero enviar una abrazo a un gran socialista, Antonio Costa" al que tendió tanto su mano como la del grupo europeo para "ganar las elecciones del próximo 10 de marzo", en referencia a los comicios lusos.  

Sánchez, asimismo, aprovechó la ocasión para pedir al PP "cordura y mesura" al tiempo que lo conminó a que "aceptara la legitimidad de las urnas", es decir, la geometría que ha sido capaz de armar, acordando un pacto con distintas fuerzas políticas (entre ellas Junts, que requiere a cambio una ley de amnistía), así como que tuviera "arrojo para decir no al abrazo del oso de la ultraderecha". 

"El PP solo puede acordar con la ultraderecha de Vox. Nosotros podemos hacerlo con todas las otras, salvo con una, Vox". Y continuó con seguridad: "Lo confirmo alto y claro en Málaga. España volverá a tener un gobierno progresista de coalición cuatro años más con el apoyo de 179 diputados que "son legítimos representantes de la voluntad popular". 

Asimismo, criticó las protestas que se están produciendo estos días a lo largo de la geografía española por la luz verde de su gobierno al acuerdo de amnistía (también se produjeron a las puertas de este acto) que, dijo, "exhiben símbolos de un pasado oscuro que creíamos superado" cuya vuelta, a su juicio, es "culpa de una derecha desnortada", y tiró de recetas propias para construir "una Europa que proteja a los trabajadores y trabajadoras" y que sea "un faro y no una trinchera". 

En paralelo, no dejó pasar la oportunidad de estar ante la familia política europea y fue deslizando mensajes en inglés a lo largo del discurso con el ánimo de que fuesen claros para un auditorio de lo más internacional. "Europa también se basa en su memoria. Cuando se llega a un acuerdo con la extrema derecha, es muy difícil cerrar esa puerta". 

Dijo ante un congreso al que ya asistió este viernes, a las 21:00, para rodearse de la plana mayor del Partido Socialista Europeo (PES), un total de 55 miembros, y donde además se hizo una foto de familia rodeado del presidente del Partido Socialista Europeo, Stefan Löfven, y el canciller alemán, Olaf Scholz. Y compartiendo primera fila con la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen; el de Rumanía, Marcel Ciolacu; la presidenta del grupo socialdemócrata en el Parlamento Europeo, Iratxe García, y varios comisarios europeos.

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