La mar de historias

'Peñita' el de la aguada

Banderas a media asta en el edificio de la Autoridad Portuaria por el fallecimiento de "Peñita" el de la aguada.

Banderas a media asta en el edificio de la Autoridad Portuaria por el fallecimiento de "Peñita" el de la aguada. / J. C. Cilveti

HACE unos días, un cáncer se llevó la vida de Antonio Jesús Peña Vázquez, un trabajador del puerto de Málaga que fallecía con 62 años de edad. Integrado en la comunidad portuaria malacitana desde principios de la década de 1990, este hijo de gruista, muy pronto comenzó a ganarse el afecto de todos sus compañeros; una circunstancia que le llevó a ser apodado, de una forma cariñosa como Peñita, un sobrenombre que lo acompañaría durante toda su vida laboral en los muelles.

Ocupados sus primeros tiempos portuarios en la realización de diferentes tareas, muy pronto Peñita entró en el servicio de aguada y, sin saberlo, comenzó a ser protagonista uno de los oficios más antiguos que existen dentro del amplio abanico de los trabajos que se pueden desempeñar en un puerto a pie de muelle.

Acompañado de sus compañeros de departamento, Antonio Jesús, a cualquier hora del día o la noche estaba siempre listo para suministrar agua a los barcos; una labor que lo relacionó con todos los actores que se mueven alrededor de un buque cuando este llega a puerto. Cargada su actividad portuaria de todo tipo de anécdotas, quizás, la más conocida en el ambiente de los muelles fue la que vivió con un marinero asiático de un barco; un tripulante que tiró al agua el carrito que se usaba para el transporte de todos los elementos con los que se realiza la conexión hídrica desde tierra.

Y si bien el anecdotario de Peñita estaba cargado de todo tipo de vivencias, sin lugar a dudas, lo más destacado de este trabajador del puerto de Málaga radicaba en la empatía que desarrolló con sus compañeros; una actitud que en muchos casos traspasó los límites del recinto portuario.

Con el recuerdo de haberlo visto infinidad de veces llegar con su furgoneta a pie de barco para instalar el contador y las mangueras del suministro de agua, el día posterior a su fallecimiento, los mástiles tanto del edificio de la Autoridad Portuaria como el de la rotonda situada ante él lucieron sus banderas a media asta; un homenaje más que merecido a un portuario que se marchó antes de tiempo. Un gran trabajador y una mejor persona que siempre será recordado en los muelles malagueños con su apodo Peñita el de la aguada.

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