Perros 'psicólogos' en la cárcel

En países como el Reino Unido o Estados Unidos es habitual encontrar animales de compañía en las cárceles para normalizar la vida de los presos. En España, su utilización es más terapéutica desde que se pusiera en marcha un programa pionero denominado taca (terapia asistida con animales) a través del cual perros debidamente entrenados ayudan en las terapias dirigidas a internos especialmente peligrosos o enfermos mentales. El objetivo es que puedan desarrollar conductas más adecuadas basadas en valores como la sensibilidad, la sociabilidad o la accesibilidad. La cárcel de Alhaurín de la Torre ha sido la última en sumarse a esta iniciativa y a partir de esta Semana Santa, dos perros, dirigidos por un psicólogo, ayudarán en sus terapias a los enfermos mentales recluidos en la cárcel. El programa piloto se iniciará con entre cinco y diez presos para extenderse después si se alcanza el éxito terapéutico.

"Se trata de un proyecto que ha dado resultados positivos en otras cárceles y creemos que puede ser una herramienta muy útil para los enfermos mentales que están en Alhaurín de la Torre", aseguró ayer a este periódico el director del centro penitenciario malagueño, Juan Antonio Marín Ríos. Para sentar las bases del proyecto, Ríos mantuvo el pasado jueves un encuentro con representantes de la Fundación Affinitty, una asociación que lleva más de una década implantando programas de terapia y educación asistida por animales de compañía en centros penitenciarios. "El objetivo es ayudar a los penados a superar problemas de autoestima y contribuyendo a la creación de un ambiente más relajado dentro de las cárceles", asegura un portavoz de la asociación. Las razas caninas con las que se trabaja deben cumplir varios requisitos: tranquilas, sociables, atléticas, fáciles de adiestrar, etc. Sin embargo, el perro no es el único animal que ha tomado parte en este tipo de terapias. En Cartagena, por ejemplo, la fundación puso a disposición del centro siete parejas de canarios.

Hasta el momento, 12 centros penitenciarios de España han puesto en marcha esta iniciativa y este año se espera que otros seis, incluido el del Málaga, se sumen al proyecto. Para ello, tal y como aseguró el director de la cárcel, la próxima semana comenzarán las obras para construir una pequeña residencia canina que albergue a los dos animales.

"La mejora del estado de ánimo, de la autoestima, del comportamiento, del sentido de la responsabilidad y del clima del departamento, disminuyendo los conflictos son sólo algunas de las consecuencias positivas de este proyecto en centros penitenciarios", afirman desde la fundación.