Piden seis años de cárcel para dos porteros de discoteca por agresión
La Fiscalía los acusa de atacar a dos clientes, a los que dieron un botellazo y patadas
La Fiscalía de Málaga ha solicitado en total seis años de prisión para dos porteros de la discoteca Jimmy de Nerja, a los que acusa de lesionar a dos clientes en el transcurso de un altercado que tuvo lugar en la puerta del establecimiento en enero del pasado año.
Según las conclusiones iniciales del fiscal, sobre las 7:00 del 6 de enero los acusados, Abderrahin A. y Achraf M., ambos sin antecedentes penales y que trabajaban de porteros de la discoteca, se dirigieron a un hombre que estaba en la entrada del local y le dieron un botellazo en la parte posterior de la cabeza, ocasionándole lesiones que precisaron más de una asistencia facultativa, al necesitar sutura quirúrgica la herida contusa a nivel occipital.
Por esto, según señala la acusación pública en su escrito provisional, este hombre sufrió varias heridas, que tardaron en curar ocho días, ninguno de ellos impeditivos, y que le dejaron secuelas consistentes en una cicatriz y perjuicio estético ligero.
Asimismo, se indica que los acusados se dirigieron a otro hombre, que intervino para mediar en la pelea, que fue agredido por la espalda y cayó al suelo, donde "le dieron patadas en la cabeza", sufriendo por esto traumatismo craneoencefálico sin pérdida de conocimiento y policontusiones, que precisaron de una primera asistencia médica y de tratamiento con analgésicos y antiinflamatorios. La víctima perdió dos pendientes de plata y un abrigo en la agresión.
Para el ministerio público, se trata de un delito de lesiones, por el que solicita tres años de prisión para cada uno, y de una falta de lesiones, por la que solicita dos meses de multa a razón de una cuota diaria de 12 euros, también para cada uno, así como la inhabilitación para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y pago de las costas.
Además, junto con la discoteca Jimmy Nerja 2005 deberán indemnizar a los dos perjudicados por las lesiones producidas, las secuelas y los pendientes de plata y el abrigo perdidos en la agresión por la segunda víctima.
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