La puesta en marcha en junio del Plan 2000E ha sido un éxito para los concesionarios pero no ha conseguido frenar la sangría en la venta de coches en la provincia en el conjunto del año. En 2009 se matricularon en Málaga 26.076 vehículos, lo que supuso un descenso del 44,6% respecto al año anterior, según los datos aportados ayer por la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam).

El descenso es brutal si se compara con la media andaluza, donde las ventas cayeron un 23%, y nacional, cifrada en un 17,9%. La patronal achaca esa fuerte disminución en Málaga a que se han vendido apenas 23.777 turismos, un 46,1% menos, un aspecto en el que han tenido mucho que ver la crisis económica y, sobre todo, la escasa presencia en el mercado de las firmas de alquiler (rent a car) que han reducido notablemente sus compras. La adquisición de vehículos todo terreno -muy utilizados tanto para ocio como para trabajo y que suelen tener un precio medio mayor- también se ha visto mermada en un 21,9% hasta sumar 2.299 unidades.

La marca más vendida en la provincia durante el pasado año fue Seat, con 2.803 vehículos (un 42,8% menos), seguida de Volkswagen, Peugeot y Ford. A pesar de la crisis, Audi, una marca de nivel alto, se consolida en el noveno puesto y sólo perdió un 10% de ventas respecto al anterior ejercicio.

El año pasado tuvo dos partes muy diferenciadas. Hasta mayo la venta se desplomó y muchos concesionarios cerraron, recortaron personal, márgenes comerciales y hasta tenían las luces apagadas para ahorrar. A partir de mayo, la llegada del Plan 2000E -a través del cual el Gobierno y la Junta de Andalucía daban una ayuda de 1.000 euros para la compra de vehículos que se suma a los descuentos aplicados por los fabricantes-, revolucionó el mercado y los concesionarios no dieron abasto. De hecho, en los últimos meses sus ventas aumentaron por encima del 30% (en diciembre ha sido del 55,6%) pero eso no ha sido suficiente para cerrar el año en números negros.