La Policía Nacional en Málaga busca a un joven de 19 años por su supuesta participación en las agresiones sexuales denunciadas por una adolescente en un descampado y una vivienda de la capital malagueña, unos hechos por los que ya hay cinco menores detenidos.

Este último investigado ya ha sido identificado pero por el momento no ha sido localizado.

Los primeros arrestos se llevaron a cabo el pasado 10 de octubre, a raíz de la investigación policial en relación a unos hechos ocurridos la noche del 22 al 23 de septiembre.

La víctima denunció que acudió a un descampado de la ciudad donde se celebraba el cumpleaños de una amiga al que asistieron numerosos jóvenes del instituto o conocidos de éstos, algunos mayores de edad.

Según la denunciante, allí se tomó una copa que le ofreció uno de los asistentes y comenzó a sentirse mareada, hasta el punto de que llegó a sospechar que le habían suministrado algún tipo de sustancia en la bebida, extremo que aún no ha sido comprobado en los análisis.

La menor relató a los agentes que, entonces, empezó a sufrir tocamientos de carácter sexual por parte de varios jóvenes que se encontraban en la fiesta.

Tras el encuentro en el descampado, una parte del grupo se desplazó a la casa donde vive uno de los jóvenes, donde la joven manifestó que tenía lagunas sobre lo que sucedió, aunque recordaba verse con la ropa bajada y rodeada por tres chicos desnudos.

La chica se marchó de aquel lugar para volver a su domicilio y, según su testimonio, dos jóvenes que supuestamente iban a acompañarla a casa la llevaron a una zona apartada y presuntamente la agredieron sexualmente entre dos coches.

Al día siguiente, la menor contó lo ocurrido a un familiar, que la llevó al Hospital Materno Infantil de Málaga, centro que activó el protocolo ante casos sospechosos de agresión sexual, lo que motivó la apertura de una investigación policial.

Las gestiones de la Policía condujeron el pasado 10 de octubre a la detención de cinco adolescentes, que pasaron a disposición de la Fiscalía de Menores.

Sobre uno de ellos se decretó su internamiento en un centro de reforma mientras que el resto quedó en libertad vigilada a la espera de ver cómo avanza la investigación.