Portátiles en pequeñas manos
La Junta comenzó ayer en el CEIP Francisco de Quevedo de Campanillas el reparto de los 30.000 ordenadores para alumnos de 5º y 6º · La emoción de los niños era palpable
No era noche de Reyes, pero a los niños de 5º B del colegio Francisco de Quevedo les embargaba ayer una emoción similar a la que se siente a la espera de un ansiado regalo. Ellos fueron los elegidos por las autoridades de la Junta de Andalucía en Málaga para comenzar el reparto de los portátiles del proyecto Escuela TIC 2.0 que supone la dotación de esta herramienta y su mochila correspondiente a unos 30.000 alumnos de 5º y 6º de los centros públicos y concertados de la provincia.
"Esto no es un juguete, sino una herramienta para vuestro aprendizaje, algo que debéis cuidar porque vais a estar mucho tiempo con él", les dijo el delegado de Educación a los inquietos escolares que lo que querían era poder toquetear ya las teclas de su pequeño ordenador de 10 pulgadas. En cuanto comenzó el reparto, Pedro Espada encendió su pantalla y comenzó a utilizar el programa de dibujo. Él tiene ordenador en casa y esto de las nuevas tecnologías es algo de sobra sabido para él. "A veces lo utilizo para jugar a un juego de coches en el que tienes que ir pasando niveles sin volcar, pero también para hacer ejercicios del colegio", comentaba este alumno de 10 años. El centro ya tiene la pizarra digital instalada y a Pedro le encanta porque "podemos ver de todo y aprendemos muchísimo más".
En la fila de atrás se sienta Arianne Moreno. En casa su hermano pequeño, que aún no ha cumplido los 8 años, ya sabe manejar el portátil que hasta ayer era de ambos. Arianne ahora tiene uno en exclusiva para su uso y disfrute y su nueva mochila verde, en cuestión de minutos, ya estaba llena con sus libros y libretas. Ella, como sus compañeros, no le ven nada negativo a este nuevo instrumento de clase y se comprometen a cuidarlo. El ordenador les acompañará en toda su etapa educativa. Cuando terminen la Secundaria pasará a ser de su propiedad.
Antes de la entrega al alumno, las familias tendrán que firmar un compromiso en el que se citan sus obligaciones, como recargar la batería (tiene ocho horas de autonomía), colaborar con las tareas que les ponen en clase y favorecer el diálogo con sus hijos sobre el tema digital. Ya se ha editado una guía del buen uso de este material y a través de las federaciones de asociaciones de padres se podrán poner en marcha otras acciones formativas para los familiares de los estudiantes.
El portátil tiene una garantía de tres años por mal funcionamiento y en caso de desperfectos, el alumno podrá tener otro hasta que le devuelvan su portátil reparado. Otra cosa será un uso negligente. "Tendremos que estudiar cada caso", dijo el delegado Antonio Escámez. En las próximas ocho semanas se realizará la entrega y esperan tener listo el acondicionamiento tecnológico de todas las aulas.
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