Los campos de la provincia de Málaga se visten ya con los vivos colores que dejan los almendros, que en estos momentos se encuentran ya en pleno proceso de floración. Este preludio de la primavera se convierte en uno de los atractivos perseguidos por los visitantes. Es un cambio del paisaje que solo dudará un corto periodo de tiempo para luego desaparecer.

En mitad de las montañas, en terrenos de cultivo, junto a las carreteras o en explotaciones agrícolas, en estos días es fácil encontrar en el interior de la provincia espacios en los que estos árboles son los protagonistas más allá de los parques que también se pueden encontrar en muchas ciudades.

Almendro en flor con las murallas de Ronda como fondo

Un paisaje que viene a enriquecer la belleza de algunas de las zonas en las que se encuentran, como es el caso de los monumentos. El castillo de Teba, el Tajo y las murallas de Ronda o la Peña de los Enamorados de Antequera son algunos de los espacios monumentales en los que estos días se puede obtener una imagen diferente que –una vez que desaparezca– se tendrá que esperar hasta el próximo año para volver a tener la ocasión a tomarla.

Como anticipo de la primavera, estos días es posible disfrutar de este espectáculo de color sin necesidad de buscar lugares especialmente recónditos o de complicado acceso, siendo posible encontrarlos junto a numerosas carreteras o senderos en los que es habitual ver a deportistas realizando diferentes actividades.En esta época correr o hacer bicicleta, aunque sea por los espacios habituales, también tiene un atractivo especial.

Almendros en flor en la carretera entre Ronda y El Burgo, muy usada por ciclistas.

Todo ello mientras las flores silvestres comienzan a lucir en algunos espacios su estallido de colores para terminar de completar una paleta que hace que salir al campo sea en estos momentos un deleite para los sentidos y también para aquellos amantes de la fotografía que pueden realizar capturas diferentes en paisajes de gran belleza.

Y mientras el blanco y rosa de los almendros toman el campo, los amarillos y morados de otras especies también comienzan a aparecer con fuerza sobre el terreno.

Un espectáculo floral que agradecen las abejas, que en estos días trabajan de forma intensa para elaborar su codiciada miel volando de flor en flor.