Málaga

Primer 'aluvión' en el aeropuerto de Málaga, a la espera de los turistas británicos

Los viajeros aguardan cola en la terminal de salidas

Los viajeros aguardan cola en la terminal de salidas / Javier Albiñana (Málaga)

La voz que sale de los altavoces interrumpe el silencio del vagón: “Próxima parada: aeropuerto”. Un segundo después, resuena de nuevo, esta vez en inglés: “Next stop: airport”. Las puertas se abren y el tintineo de las ruedas de las maletas comienza a escucharse. Un tercio de los pasajeros salen del vagón, dirigiéndose a una entrada que apenas se deja ver por los letreros de los conductores que aguardan la llegada de los turistas. La apertura de la T2 (vacía de viajeros durante la mañana) y del Muelle B se presenta como el símbolo de una “puesta a punto” que arranca poco a poco.

En el vuelo de las 10:40 procedente de Oslo llegaron Ax y Kaia, una pareja de noruegos que pasarán los próximos 12 días en Málaga. Comentan que la situación en su país con respecto al Covid está mejorando relativamente: “Los comercios están abriendo de nuevo y las sensaciones son bastante buena. En cuanto a las restricciones que hay en España, creo que son parecidas”. No fueron los únicos turistas que este jueves, 1 de julio, aterrizaron en la ciudad. El aeropuerto de Málaga-Costa del Sol contabilizó un total de 279 viajes entre salidas y llegadas, de los cuales 194 fueron internacionales. Para estos primeros cuatro días de julio se esperan más de 700 llegadas de un total de 1.222 vuelos, según datos ofrecidos por Aena.

Con la entrada de julio, las previsiones, dentro de la prudencia, muestran una mejora con respecto a los meses anteriores; la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos) habla de una posible ocupación del 49,09% en julio y alcanzar el 53,75% en agosto. Esta situación de activación de los viajes también se percibe entre las compañías. Tres trabajadores de una aerolínea, que prefieren no decir el nombre por las cláusulas de confidencialidad, explican que la percepción durante el mes de mayo ha sido de “cierto movimiento”: “Se nota sobre todo por las tardes, que antes estaban más muertas”. Cuentan que “se ve” más personal de seguridad y más presencia de trabajadores del aeropuerto vigilando las colas. Además, afirman que ya hay “varias compañías” haciendo cursos de formación de cara a la ampliación de trabajadores: “Se están preparando”.

La T2, pese a abrirse en el día de ayer, presentó este aspecto durante la mañana La T2, pese a abrirse en el día de ayer, presentó este aspecto durante la mañana

La T2, pese a abrirse en el día de ayer, presentó este aspecto durante la mañana / Javier Albiñana (Málaga)

Pese a estas sensaciones, cuentan que se respira incertidumbre con respecto a lo que puede ocurrir en los próximos meses, aunque uno de ellos está convencido de que algunas aerolíneas lo tienen más claro: “No solo hay más vuelos, sino que vienen con más pasajeros”. El foco de atención está puesto en los británicos. El gobierno de Boris Johnson sigue manteniendo la Costa del Sol en color ámbar, lo que conlleva una cuarentena de 10 días de los viajeros a su regreso a Inglaterra. Enrique, trabajador de Aena, comenta que es el último empujón que falta. Esta decisión repercute, de forma directa, entre las compañías de transporte.

Ignacio Aguilera y José Antonio González llevan desde 2011 y 2008 respectivamente en el sector. Explican que, desde mediados de junio, están notando un cierto repunte pero que “mayo ha sido desastroso” y que el “poco” trabajo que hay es nacional: “Mira la cola que hay. Salen dos, tres, cuatro y se para”. Las puertas no se abren hasta unos segundos después, cuando se vuelve a repetir la operación: “Antes esto era un no parar. Llevan diciendo meses que van a empezar las mejoras, pero aquí todavía no se han producido”, comenta uno de ellos.

Creen que la variante delta puede terminar de arruinar las esperanzas que han puesto en dos meses de los que dudan obtener resultados: “En 2019 hacía una media de 600-700 kilómetros diarios. Estos últimos meses estoy haciendo 100 kilómetros cada cuatro días”, comenta Ignacio Aguilera. “Yo hoy solo tengo un viaje previsto y es de una viajera española”, añade José Antonio González. Aseguran que su compañía ha pasado de tener 130 coches diarios a solo dos. “Ojalá pudiéramos decir otra cosa, pero lo que hay es esto. Aun así, es verdad que algo es mejor que nada. Antes estábamos en 0. Veremos a ver ahora”, afirman.

"En 2019 hacía una media de 600-700 kilómetros diarios. Estos últimos meses estoy haciendo 100 kilómetros cada cuatro días"

En la parada de taxis, un conductor comenta que en mayo solo estaban 80 compañeros de los 160 que componen la flota del aeropuerto porque “no había trabajo suficiente”. “Ahora ya estamos todos, pero no veo que vaya a repuntar. Algo de mejora sí que hay con respecto a mayo, pero creo que hay miedo a los contagios y por tanto a las restricciones. ¿Que cuál es mi previsión? Trabajar mucho y cobrar poco”, comenta.

El aeropuerto de Málaga-Costa del Sol contabilizó un total de 279 viajes entre salidas y llegadas, de los cuales 194 fueron internacionales

Antonio trabaja en una empresa de transporte y su valoración es más positiva. Considera que junio ha sido “buenísimo” y que, sobre todo, han venido belgas. La vuelta de los británicos sigue siendo el objetivo. Desde Inglaterra llega Rafa. Vive en Londres por cuestiones laborales y llegó ayer a la ciudad: “Si hubiera llegado mañana (con respecto a hoy) ‘Pedrito’ nos hubiera obligado a traer una prueba de que somos negativos”. Se refiere al presidente Pedro Sánchez y a la norma que a partir de este viernes 2 de julio entra en vigor, referida a la obligatoriedad que tienen los turistas procedentes de Gran Bretaña de presentar una PCR negativa a su entrada en el país.

Rafa cuenta que en el aeropuerto de Santsted la situación era tranquila, “aunque no tanto como en Navidad”. Junto a él se encuentra Manuel, uno de los amigos con el que va a pasar estos días. Explica que en comparación hay “mucha gente extranjera” y que se ven los vuelos “más llenos” que antes. A la entrada en España, Rafa tuvo que mostrar el código de la aplicación Spanish Travel Health.

Una empleada de personal de Quirón asegura que la situación, en cuanto al control de pruebas PCR está funcionando “bien”. Sin embargo, hay pasajeros que “se equivocan” y seleccionan que “son niños o vienen de tránsito”: “Ellos entran con un código QR. Si seleccionan la opción de niño o tránsito no nos salta la solicitud de PCR. Aunque nosotros nos damos cuenta, sobre todo porque hay personas con 80 años que han intentado hacerlo”. Afirma, además, que es muy raro ver positivos y que, los que hay, tienen un certificado médico para poder viajar: “Eso sí, tiene que estar muy bien justificado. No nos sirve un papel del médico con su nombre diciendo que autoriza a volar. Algo similar pasa con los pasajeros que están exentos de llevar mascarilla. Simplemente presentan un justificante que no siempre cumple con los requisitos pedidos”.

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