La cadena malagueña de tiendas de perfumería Primor ya es una de las líderes en España, pero va a ir más allá. Quiere estar presente en todas las ciudades del país y ser la referencia en el sector. Podría hacerlo sola, pero eso requeriría mucho tiempo y una gran inversión, con el riesgo que conlleva. Para conseguirlo, la firma anunció ayer que se ha unido a otros dos grupos de corte similar. Uno de ellos se llama Marvimundo y opera en la zona de levante y el otro es Arenal, una empresa gallega. Entre las tres han creado Maremor y su objetivo es "poner en marcha el mayor grupo de perfumería del país".

Juan Ricardo Hidalgo, propietario de Primor, explica que la fusión, en principio, "es comercial pura y dura aunque tenemos muchos puntos en común y se verá con el tiempo si se hace mayor". Cada una de las compañías mantendrá su marca y seguirá operando en sus zonas de influencia con ella, pero sí tendrán una estrategia conjunta de expansión, compras y marketing con el nombre de Maremor. El compromiso, según señala Hidalgo, es ir juntas a las provincias españolas en las que ninguna está presente con esta nueva marca y bajo ese paraguas común.

"En cinco años queremos estar en todas las provincias españolas. Las tres acabaremos el año con unas 180 tiendas y pretendemos llegar a 350 en 2020, pasando así de una cuota de mercado actual en el país del 12 al 28%", añade Hidalgo, quien indica que las tres compañías tienen una facturación agregada de unos 320 millones de euros.

Primor es una empresa familiar malagueña fundada en 1953 que prevé finalizar el presente ejercicio con 70 tiendas en Andalucía, Madrid, Barcelona, Valladolid o Zaragoza. Marvimundo es una compañía murciana que cuenta con 68 establecimientos en Murcia, Albacete, Alicante, Granada y Valencia, habiendo inaugurado el último en agosto en Benidorm. Arenal, por su parte, es otra firma familiar que fue fundada en 1976 en Lugo y que ahora posee 30 locales en Galicia y Castilla y León.

Tienen sinergias comerciales y un modelo de negocio parecido, basado en la proximidad con el cliente y una apuesta por precios bajos. Cada uno tiene su propio sistema logístico, pero no se descarta, dentro de este proceso de fusión, unir todo en una misma plataforma para reducir costes y ser más competitivos. "Es el momento de aprovechar para hacer una expansión rápida y copar el mercado, porque los tres juntos somos más fuertes", afirma el propietario de Primor. Pese a su amplio grado de penetración, Hidalgo subraya que aún les queda media España por cubrir y, además, quieren seguir fortaleciendo plazas clave. En este sentido, aunque Primor ya cuenta con 12 establecimientos en Madrid tanto en centros comerciales como a pie de calle en Goya o Paseo de la Florida, el empresario malagueño adelanta que la primera tienda que abrirán con el nombre Maremor estará también en Madrid. Será su buque insignia, se caracterizará por ser un local con una decoración moderna, abrirá en marzo de 2016 y estará en una calle del centro de la capital, aunque Hidalgo no quiso desvelar la ubicación exacta. Todas las aperturas que hará Maremor serán, según detalla, con tiendas propias, desechando así la posibilidad de franquiciar.

Una gran empresa que empezó con unos recursos muy escasos

El abuelo de Juan Ricardo Hidalgo, actual propietario de Primor, era director del antiguo hospital 18 de julio y en 1953 pensó que sería buena idea abrir un negocio para que trabajara su mujer. Tomaron un local en la calle Granada que era una perfumería y abrieron otra. El nombre de Primor surgió de casualidad. No tenían apenas dinero para invertir y optaron por reutilizar el rótulo de la anterior tienda. Tenía una p mayúscula y varias letras. Las conjugaron de diversas maneras y, al final, salió la palabra Primor. Contaba Hidalgo, como anécdota, en un reportaje publicado en este diario en 2011 que había clientes que preguntaban por el señor Primor para obtener algún tipo de beneficio. El padre de Juan Ricardo Hidalgo pasó a ayudar a su madre y en los años 80 cogieron otros dos locales en Larios y la calle San Juan. En los años 90 entró Juan Ricardo, siendo así la tercera generación y protagonizando el gran impulso. Hasta 2011 empezaron con más tiendas en los barrios y la costa y en ese año dieron el salto a Madrid. En aquel momento tenían 37 establecimientos y ahora cuentan con casi el doble.