Prisas (ahora) para tapar los pozos ilegales en Málaga
Alcaldes de la Axarquía afirman que apenas reciben solicitudes para mover tierras
Vélez Málaga/La tragedia de Totalán está provocando que muchos vecinos lleven dos semanas tapando “sus pozos en desuso” que se encontraban escondidos entre zarzas o tapados con piedras dentro de su propiedad. Ninguno de ellos, según han comentado alcaldes de la zona de la Axarquía a este diario, está en un espacio público o de paso, pero según reconocieron estos días, les está llegando a sus oídos como “muchos vecinos están poniéndoles puertas, vallas o cerrando los pozos que tenían abandonados”. “Todo el mundo está muy preocupado por los que tiene o por los que hay cerca de ellos. La gente se ha puesto las pilas”, explicó uno de los alcaldes.
No obstante aclararon que se tratan de perforaciones que tienen una profundidad máxima de 12 metros. Este tipo de pozo está construido en altura y enladrillado. Suelen estar ubicados cerca de recursos hídricos, junto a los ríos, arroyos o fuentes, y con posibilidad de ofrecer un pequeño caudal de agua para un huerto.
Muchos de los responsables municipales de la Axarquía confirman que no han recibido un permiso de movimiento de tierra para hacer un pozo en años. Hay ayuntamientos, en los que por poner una cifra, indicaron que podrían haber sido dos en 12 años. Otros nunca lo han cursado. “Los vecinos pinchan para ver si hay agua y depende de lo que pase, lo legalizan”, explicó un alcalde que por otro lado, aseguró que “las empresas de perforaciones suelen ser profesionales a la hora de sellarlos pero los responsables son los propietarios”.
Problema
Alcaldes de la Axarquía afirman que no tienen medios para hacer inspecciones
El alcalde de Colmenar, José Martín (PSOE), afirma que lleva tres años para iniciar la prospección en un terreno del término municipal de Antequera. Este municipio es uno de los que más problemas tiene de agua en la Axarquía cuando amenaza la sequía, de ahí que el Ayuntamiento quiera abrir nuevas vías para el abastecimiento humano. “Llevamos tres años para realizar un sondeo de investigación, este requiere primero un estudio que no está haciendo la Diputación, luego hay que llevarlo a Planificación Hidrológica, también a Medio Ambiente, a Sanidad. Después del sondeo está el permiso de explotación y luego la licencia en el término municipal correspondiente”. “Y para cualquier movimiento de tierra como éste, rebaje o desmonte, en el no urbanizable hay que justificarlo bien”, añade el alcalde de Almáchar, José Gámez.
A pesar de la alarma, los alcaldes axárquicos aclaran que tampoco se hacen tantos pozos ya que zonas como Colmenar o en la que conforma la Ruta de la Pasa, son terrenos de secano “y son conscientes de que encontrar agua sería una lotería”. En localidades de la Alta Axaquía, como Alcaucín y Periana, al estar por encima de la cota del pantano, “es fácil tener agua y lo que se construyen son albercas”, comentó el regidor de esta última localidad, Rafael Torrubia, descartando esta práctica ya que las diecisiete aldeas del término municipal tienen acceso al suministro de agua. En el punto contrario está Colmenar, que al ser una zona seca, no se hacen pozos “porque el agua se podría localizar en sitios muy concretos de la Sierra, y allí hay pocos propietarios”.
Respecto al inicio de futuras inspecciones en sus respectivos pueblos, los alcaldes coincidieron en que corresponde al Seprona y que ellos no tienen medios humanos para llevarlo a cabo. “Los últimos responsables en velar por la legalidad urbanística somos nosotros. Es competencia del Ayuntamiento y han sido muchas las veces que hemos dado traslado a la Diputación del problema que tenemos por falta de recursos, y nos han respondido que ellos tampoco lo tienen y que eso va con el cargo”, expuso Gámez, quien está convencido que a raíz de lo sucedido en Totalán, “la administración autonómica intensificará la vigilancia”. En Colmenar, el alcalde ha ordenado a los técnicos que comprueben todos los pozos.
De la vivienda particular a explotaciones de aguacate y mango
Tres razones llevan a los propietarios de fincas en el campo para iniciar una prospección de agua. Los que deciden hacerse una casa en el campo – en la mayoría de los casos de forma irregular –, los que quieren incluirla con piscina en el catálogo de las casas rurales de alquiler, y los que al no ser urbanizables, se deciden por explotarlas con cultivos. En el caso de la Axarquía, con mangos y aguacates que son los que dan mayor rentabilidad. También los que requieren de más agua. El Gabinete de Estudios de la Naturaleza de la Axarquía (Gena- Ecologistas en Acción) lleva denunciando años la sobreexplotación de los recursos hídricos. La “burbuja” de los subtropicales es como han llamado al paso de estas fincas de secano a regadío. “Los sondeos en las parcelas de la Axarquía son un clásico. Lo denunciábamos cuando empezaban a proliferar las viviendas ilegales y luego con los subtropicales. Los ayuntamientos sabían que se hacía y que no era la práctica más adecuada”, denunció el portavoz de Gena, Rafael Yus. “Hay tantos pozos que es imposible controlarlos”, añadió Yus quien indicó que la Junta de Andalucía creo la figura “del guarda del río” encargado de controlar este tipo de prospecciones. “El problema es que tiene que vigilar un área grandísima. Antes eran dos personas que se dividían la provincia a cada lado del Guadalhorce. Ahora hay uno desde Manilva hasta la costa granadina. Es imposible que vigile, lo máximo que puede hacer es atender a las denuncias que haya”, señaló el responsable de Gena quien también lamentó la escasez de personal que tiene el Seprona. Yus insistió en que los propietarios de las fincas “se escudan en la clandestinidad que le permiten sus propias parcelas” y que “los ayuntamientos tienen constancia en toda la provincia pero hacen la vista gorda como con las viviendas por razones electorales”.
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