Productores alertan sobre castings porno ilegales y piden denunciarlos
Suplantan el nombre de productoras, graban imágenes porno y las difunden sin pagar
Garantizan el pago al instante por grabar una o varias escenas de porno amateur. Usan, con frecuencia, el nombre de una productora con cierto prestigio y después desaparecen sin antes haber abonado un sólo euro. Es el modus operandi de empresas ilegales que reclutan a jóvenes para difundir imágenes suyas de contenido sexual y obtener un beneficio a cambio. Cada vez son más numerosas, según explicó a este periódico el presidente de la Asociación de Productores y Editores de Obras y Grabaciones y Audiovisuales (Apeoga), Antonio Marcos, quien expresó que los responsables de este tipo de prácticas "se acomodan en la crisis como camaleones". "Nos llegan muchas quejas. Aprovechan que los estudiantes deben pagar las tasas universitarias. Si el día de mañana se enteran de que las amas de casa tampoco tienen dinero, trasladarán también a ellas estas ofertas", afirmó.
Marcos, que además es gerente de XCanal, fue, precisamente, uno de los productores afectados. "Suplantaron mi marca. Viajé a Sevilla en varias ocasiones para pedirles a las personas que habían sido engañadas que acudieran a comisaría y así evitaran encontrar sus imágenes en cualquier sitio, pero no quisieron", destacó el portavoz del canal, que incluso se comprometió a asumir el pago a un abogado. Y es que la asociación de productores y editores de cine para adultos no puede actuar si no hay una demanda en trámite. De ahí que el presidente inste a las víctimas que han sufrido un fraude de este tipo a presentar ante la Policía la denuncia correspondiente.
A su juicio, detrás de los castings pornos ilegales no hay sino un trasfondo de "prostitución". Los responsables ofrecen fama y casi una fortuna con jugosos contratos, que aunque se firman no tienen validez ninguna. Marcos explicó que se consideran "estafas puesto que no están legalmente constituidos y defraudan a Hacienda".
Así, detalló Marcos, una de las estafas más habituales se basan en bukkakes, práctica de sexo en grupo mediante la que una serie de varones se turnan para eyacular sobre una persona, independientemente de cual sea el género de ésta. "Eligen a una chica conocida y le dan 300 euros. A cada chico le cobran unos 100 por participar. En una tarde de negocio los responsables consiguen 1.000 euros", subrayó el productor. Su recomendación a los interesados pasa por que investiguen acerca de la empresa que ofrece el casting e informarse al respecto, ya que, recalcó, "nadie da duros a pesetas".
En este sentido, receló del casting que ofertaban en el Campus de Teatinos. "Era un absurdo. No vale sólo una firma para ceder los derechos de imagen", apostilló. Las productoras que conforman su asociación, según resaltó el presidente, cuentan con un código deontológico para actuar en cada caso, lo que les ha permitido "no verse involucradas en este tipo de ilegalidades".
La Policía comenzó a recibir las primeras denuncias sobre los falsos castings en 2006. Ese año, las investigaciones permitieron detener a un joven acusado de hacerse pasar por un productor y director de cine para acosar así a modelos.
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