El Puerto de Málaga tiene sobre la mesa la propuesta de una empresa para dar luz verde a la instalación de una noria-mirador en espacio portuario. La promotora, según confirmaron a este periódico fuentes de la institución portuaria, está realizando ya trabajos de campo; más en concreto, catas y mediciones sobre los suelos en los que, potencialmente, podría levantarse esta atracción. En los últimos años no es la primera ocasión en la que surge la idea de contar con una estructura de estas característica, sin que se hayan producido avances a tener consideración hasta ahora.

La ubicación elegida, tras descartar otras localizaciones, está situada junto a la entrada principal al puerto desde la Plaza de la Marina, justo en el arranque del Palmeral de las Sorpresas. De optarse por esta opción, sería preciso la retirada de varias de las palmeras plantadas en la zona. A la espera de mayores detalles, las dimensiones de la noria-mirador que podría alcanzar los 70 metros de altura. Varias fuentes próximas al organismo portuario, que relacionaron esta iniciativa con la compañía sevillana Meredyt (un portavoz de la misma descartó este extremo) confirmaron estos datos y expusieron que estas tareas forman parte de los estudios geométricos y geotécnicos que la empresa ha de desarrollar para confirmar que el terreno elegido tiene condiciones adecuadas para soportar una estructura de esta dimensión y peso.

La concesión de la solicitud planteada por la compañía, tras varios meses de negociaciones entre las partes, está condicionada, en cualquier caso, a que los análisis de campo avalen la opciones reales de asentar la noria en ese punto, "el único que puede ser viable" después de que se hayan descartado otras opciones. A esta primera criba se añade una segunda, fundamental, la del Ayuntamiento. Esta a la institución municipal a la que compete la concesión de la licencia de actividad.

Las fuentes consultadas señalaron que en los contactos mantenidos hasta la fecha por los máximos mandatarios del Puerto, Paulino Plata, y del Consistorio, Francisco de la Torre, sobre esta cuestión "no hay una predisposición negativa". No obstante, todo ello estará muy vinculado al proyecto que finalmente ponga sobre la mesa la promotora. "Hay que tener en cuenta que se trata de un lugar emblemático y habrá que ver si lo que se quiere instalar tiene un nivel de calidad elevado; estamos expectantes ante lo que vayan a presentar", añadieron las fuentes, que recordaron cómo el suelo se sitúa a apenas 300 metros de la Catedral.

En relación a los límites de altura que pudieran afectar a esta atracción, las fuentes consideraron que no ha de haber afección, aunque recordaron que el trámite que ha de realizarse con la Gerencia de Urbanismo ha de incluirse el visto bueno de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa), dependiente del Ministerio de Fomento.

De tener todos los parabienes necesarios, la intención de la compañía impulsora pasaría por disponer de una autorización temporal, de unos seis meses por parte del Puerto, con el fin de comprobar la viabilidad real del negocio casi en el centro mismo de la capital de la Costa del Sol. Los trámites necesarios podrían necesitar, en el mejor de los casos, entre dos y tres meses de tiempo. A cambio de ocupar parte del espacio portuario, el ente presidido por Plata obtendría ingresos por la tasa de ocupación y de actividad en los terrenos más caros del recinto.

De momento, según precisaron desde el ámbito municipal, no se ha dado un solo paso en lo que al procedimiento urbanístico se refiere. Las fuentes indicaron que una vez se presente la solicitud será objeto de estudio. Lo que sí ha tenido entrada en Urbanismo es la petición de modificación del Plan Especial del Puerto para permitir la instalación de un acuario en la zona de La Farola, proyecto impulsado por la empresa Aquagestion Málaga.

La firma a la que aludieron las fuentes portuarias que estaría detrás de la iniciativa, Mederyt, está dedicada a la construcción, diseño, venta y comercialización de estructuras de atracciones, maquinarias turísticas y recreativas, asentada en Dos Hermanas. Su administrador es Miguel Ángel Bañuls Sañudo, empresario que hace varios años levantó una gran noria en el Real de la Feria de Málaga, en Cortijo de Torres, que fue objeto de polémica porque sus dimensiones superaban las permitidas por Aviación Civil. La estructura, en agosto de 2012, recibió un informe negativo por parte de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa), al superar en 20 metros la altura permitida.