Proyectan obras hidráulicas por 1.300 millones hasta el año 2027
Medio Ambiente
El nuevo plan hidrológico contempla unos 90 proyectos en la provincia, buena parte ya previstos y no ejecutado en periodos anteriores.

De hacerse realidad lo que las administraciones públicas competentes ponen sobre el papel para responder a las necesidades hidrológicas de la provincia de Málaga en los próximos once años, la provincia de Málaga será merecedora de unos 1.300 millones de euros de inversión. Este es el valor de las más de 90 infraestructuras incorporadas al programa de medidas detallado del Plan Hidrológico de la Demarcación de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas, para cuya ejecución se fija un doble escenario temporal: el año 2021, en una primera fase, al que corresponden unos 420 millones de euros programados; y 2027, en la segunda, plazo al que se derivan las restantes intervenciones.
La planificación incorporada al documento oficial genera unas expectativas máximas, ya que de este modo las instituciones darían cumplimiento a algunas de las infraestructuras largo tiempo demandadas en la provincia. Las mismas son sustanciales bien para responder a las necesidades de demanda de la población bien para hacer frente a los riesgos de inundación de determinados cauces, caso del río Guadalhorce o el río Guadalmedina, entre otros.
Bien es cierto que el planeamiento ya avalado incorpora numerosas intervenciones que vienen siendo prometidas desde hace años, sin que hasta la fecha las instituciones hayan dado un paso adelante en muchas de ellas. En este sentido, un ejercicio de comparación con las medidas incluidas en el plan hidrológico anterior, correspondiente al periodo 2009-2015 (con la fijación de obras a 2021), permite comprobar que hay cerca de 40 intervenciones que se repiten en el listado de medidas actualizado. Ello pone de manifiesto la nula intervención que por parte de las administraciones públicas ha habido en los últimos ejercicios en esta materia.
Entre las actuaciones que se incorporan en este calendario, y que ya formaban parte de las medidas anteriores, destacan tanto por su valor estratégico como por el montante de sus inversiones la construcción de tres nuevas desaladoras en la provincia, con una estimación económica que alcanza los 273,4 millones. La de Fuengirola-Mijas, para la que se 'asignan 88,4 millones, ya fue objeto de una adjudicación por parte del Ministerio de Medio Ambiente a mediados de 2008. Sin embargo, la obra nunca fue impulsada. A esta se suman otras dos instalaciones de desalación que fueron contempladas en el Plan de Ordenación Territorial de la Aglomeración Urbana de Málaga (POTAUM). Una de ellas, en la desembocadura del río Guadalhorce, para la que se estiman unos 110 millones de euros. Se da la circunstancia de que, según el documento del plan hidráulico, esta planta se incluye como competencia de la Administración local y su ejecución se fija dentro del largo plazo, hasta el año 2033. El tercero de los proyectos se prevé en la zona oriental de la provincia, con un coste de 75 millones.
Entre las iniciativas aparcadas se encuentran algunas de especial relevancia en el momento actual, cuando están en vigor desde principios de año los nuevos mapas de inundabilidad, que afectan de manera especial a la cuenca del río Guadalhorce, no sólo en la parte final sino aguas arriba. Es de destacar el hecho de que el plan hidrológico 2015-2021 incide en la necesidad de desarrollar actuaciones hidrológico forestales en las cuencas de los ríos Campanillas, Jévar y Piedras, con una consignación estimada en 3 millones, todos ellos desplazados al año 2027.
Conforme a los criterios técnicos puestos sobre la mesa en los últimos meses, gana especial relevancia la construcción de un nuevo puente sobre el río Guadalhorce, en su tramo final, que vendría a sustituir a la estructura actual, que se convierte en un obstáculo en el cálculo de un periodo de retorno de 500 años. La apuesta está recogida dentro del nuevo plan, con una inversión estimada en 60 millones de euros, a ejecutar por la Administración General del Estado, y situándose el año 2021 como el plazo de terminación del mismo. La trascendencia de esta actuación es mayor si se tiene en cuenta que, según los análisis ya conocidos, su plasmación sobre el territorio permitiría levantar buena parte de la amenaza de inundabilidad dibujada por la Junta de Andalucía en el entorno directo del río en sus nuevos mapas.
Resulta igualmente llamativa la incorporación en el listado del plan de restauración hidrológico forestal del río Guadalmedina, con una asignación presupuestaria de 120.000 millones de euros y un horizonte del año 2027. La envergadura de esta iniciativa, que se suma a la que ejecutada hace años en una de las márgenes del río, entra en contradicción con el aplazamiento de las actuaciones, más aún cuando las mismas pueden ser claves en el futuro uso que se quiera hacer del cauce a su paso por la ciudad de Málaga.
La planificación retoma proyectos históricos de la capital,como la corrección de los vertidos salinos del Guadalhorce, puesta sobre la mesa desde hace más de una década. La misma se plantea para los años 2021 y 2027, con 33,4 millones en cada horizonte.
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