Proyecto Hombre Málaga atendió durante el 2021 a 1.268 personas en las Áreas de Prevención Indicada y de Tratamiento, unas 200 personas más que en 2020. La adicción a la cocaína y al alcohol son los principales motivos por los que el 41,5% de los hombres y el casi 40% de las mujeres, respectivamente, reclaman ayuda.

La Fundación Cesma-Proyecto Hombre Málaga ha realizado una memoria anual en la que han reflejado los datos de las personas a las que han tratado durante 2021, cuáles son sus perfiles, su situación y su edad.

En esta memoria anual se indica que Proyecto Hombre Málaga atendió a 1.268 personas en 2021, de las cuales el 69,20% eran hombres y más del 30% mujeres. Esta última cifra supera el porcentaje histórico de 2019 que se situó en el 25% y, además, según Belén Pardo, directora de Proyecto Hombre Málaga, han atendido a unas 200 personas más en 2021 con respecto a 2020. Además, de este 30% de mujeres, el 25,15% demandan ayuda porque tienen alguna adicción. En este sentido, aunque la edad media para los varones es de 36 años y la de las mujeres es de 39, en el programa han atendido a hombres de entre 17 y 76 años y a mujeres de entre 18 y 62 años. Estos datos, según Pardo, reflejan que “nunca es tarde para cambiar de vida cuando una persona quiere”.

El incremento del número de mujeres que piden ayuda no quiere decir que haya más con problemas de adicción, sino que son más las que buscan ayuda. Del total de féminas que han acudido a Proyecto Hombre, casi el 6% no tienen una adicción inicial y han formado parte de dos programas. Por un lado, está el programa Estima, al que han acudido 41 mujeres que se han olvidado de sí mismas y como resultado tienen una autoestima baja.

El segundo programa se llama Alaia y está destinado a mujeres con trastorno persistente de depresión. “Mujeres que llevan mucho tiempo sin ganas de vivir, con una tristeza vital importante y con frecuencia medicándose, en ocasiones sin pautas médicas”, sostiene la directora de Proyecto Hombre Málaga. A este programa han acudido en 2021 31 mujeres y su media de edad se encuentra en los 49 años.

Belén Pardo señala que este último tipo de mujeres son las que más tardan en buscar ayuda, pero insiste en que “todas las que han terminado estos proyectos han mejorado su calidad de vida”.

En cuanto al resto de programas, el que más ha crecido durante 2021 ha sido el Concilia, que está destinado a “personas que tienen un uso problemático o una adicción, pero que debido a su recorrido vital aún no han sufrido una grave desestructura social, familiar o laboral”, asegura Pardo. Lo que significa que en este programa, Proyecto Hombre atiende a personas que compaginan su vida y su proceso terapéutico. El aumento de este programa es “muy positivo porque significa que hay una tendencia a no esperar tanto a la hora de pedir ayuda”.

Por otro lado, en el programa Base, que “atiende a personas con graves desestructuras a nivel familiar, laboral o social”, no han aumentado los datos, sino que han crecido las dificultades psiquiátricas asociadas al consumo, haciendo que el 39% de los participantes acudieran con una patología dual.

Con respecto a los problemas por los que las personas solicitan ayuda son diferentes entre los hombres y las mujeres. Para ellos, el uso de la cocaína es el principal (41,5%), seguido de la cocaína y el alcohol y por último el cannabis. Asimismo, en las mujeres el problema más común es el alcohol, que afecta al 40% de ellas, seguido del consumo de cocaína y después por el uso del alcohol y la cocaína.

Por su parte, Jesús Catalá, presidente de la Fundación CESMA - Proyecto Hombre y obispo de Málaga, ha remarcado que estos datos reflejan que “al final son los mismo problemas de hace 30 ó 40 años, el alcohol y las drogas”. Por ello, sostiene que desde la organización lo que quieren es que “la persona se rehaga” e “ir al sujeto para que pueda reencontrarse, estar mejor, aceptarse y superarse.

En el acto también han estado presente Francisco Pomares, concejal de Derechos Sociales, y Carlos Bautista, delegado de Salud y Consumo. En este sentido, Pomares ha destacado la labor de Proyecto Hombre, ya que “ha sabido reinventarse a las nuevas realidades”. Así pues, Bautista ha añadido que “estas personas necesitan un apoyo emocional muy cercano y sincero” para salir adelante, pero también son necesarias más infraestructuras para lograrlo.