El Puerto de Málaga tiene ya vía libre para sentar las bases de la que, a priori, será su mayor operación estratégica para los próximos años: la ampliación del muelle de pescadería. El valor de esta intervención,cuyo coste económico (incluyendo actuaciones complementarias) podría ronda los 24 millones de euros, es mayor si cabe por cuanto permitirá al recinto disponer de unos 100.000 metros cuadrados de suelo para uso logístico. Elemento clave en su modelo de explotación actual, toda vez que las superficies de las que ya dispone en el entorno de San Andrés presentan una ocupación total. 

El camino se le allana al ente presidido por Carlos Rubio después que en la jornada del pasado lunes mantuviese una reunión clave con Puertos del Estado. El encuentro sirvió para recibir luz verde por parte del organismo estatal al plan de empresas diseñado por el Puerto, del que forma parte como actuación "mollar" la actuación sobre el muelle 8.

El propio Rubio es explícito en ese sentido, subrayando el valor de esta actuación para el futuro inmediato de la institución. En este sentido, expuso que su pretensión es la de activar cuanto antes todos los proyectos técnicos que son necesarios antes de poder acometer el recrecimiento de la superficie empresarial, incluyendo estudios geotécnicos, entre otros. A partir de ahí, se marca el objetivo de que el arranque de las operaciones sea posible a lo largo de 2021.

La apuesta portuaria por ganar espacio en este punto del recinto no es nueva. Ya fue puesta sobre la mesa por el anterior presidente, Paulino Plata, años atrás. "Nosotros necesitamos superficie, porque ahora San Andrés está totalmente lleno de naves; podemos ampliar sin mucho problema porque ya hay prevista una obra en el plan especia", decía Plata a finales de 2017, aludiendo de manera directa a que esta actuación permitiría "solucionar nuestro problema de espacio". 

Los argumentos empleados por el nuevo presidente son idénticos. Muestra de ello es que al poco de llegar al puesto, en una entrevista a Málaga Hoy, era preciso. "Vamos a plantear los estudios preliminares. Se ganaría una gran superficie, de unas 10 hectáreas, sin modificar de manera importante las infraestructuras existentes. Ese proyecto es esencial. Vamos a buscar todos los medios financieros y técnicos parta que sea una realidad en los próximos años. En un plazo corto. Tengo la esperanza de que se pueda desbloquear en uno o dos años. Los cálculos preliminares sitúan la inversión en unos 20 millones de euros", explicaba el pasado mes de marzo.

Y todo ello sin quitar la vista a otra de las aspiraciones del Puerto, que es disponer de espacios logísticos fuera del recinto. Una iniciativa que Rubio vincula de inicio con el interés del alcalde, Francisco de la Torre, por obtener el suelo de San Andrés para el Auditorio. Dada la naturaleza patrimonial del terreno, el Puerto considera que legalmente no es factible su entrega a coste cero. Es por ello que se analiza positivamente la posibilidad de que el Consistorio pueda compensar por este espacio mediante parcelas de uso empresarial en entornos próximos al ferrocarril.

De otro lado, ayer el Consejo de Administración del Puerto acordó iniciar los trámites para presentar una oferta conjunta con los puertos de Algeciras, Bahía de Cádiz, Huelva y Sevilla al concurso convocado por ADIF para gestionar la terminal de transporte de mercancías de Córdoba. Esta iniciativa pretende impulsar los tráficos en la región y, a un nivel más concreto, ampliar el hinterland del Puerto de Málaga mediante la potenciación de las operativas intermodales permitiendo, además, la recepción y entrega de mercancías de un modo más eficiente y sincronizado con las operaciones portuarias. Este concurso tiene como fecha límite el 6 de noviembre.