El Puerto de Málaga busca el modo de allanar el camino para la construcción de un complejo de oficinas de algo más de 26.500 metros cuadrados de techo en los terrenos de Muelle Heredia y dar respuesta a la importante demanda empresarial existente en la actualidad. La complejidad de la operación es tal que antes de tener plena disponibilidad de estos suelos el Puerto tiene que ejecutar dos edificios de nueva planta para la Guardia Civil y la Agencia Tributaria, abriendo de ese modo la puerta a su mudanza. Todo ello hace prever que el desarrollo contemplado no esté operativo hasta el año 2024.

A pesar de ello, el ente presidido por Carlos Rubio afronta la resolución a los numerosos inconvenientes existentes. Tras activar el concurso para la redacción del proyecto para las nuevas dependencias de la Guardia Civil en la zona de San Andrés, ahora asume la necesidad de adelantar el coste de construcción del otro inmueble, el de la Agencia Tributaria, tasado en unos 4 millones de euros, para acelerar los movimientos. Para hacer frente a esta carga, el Puerto ha solicitado incluir la actuación en el plan de empresas que ya negocia con Puertos del Estado y que no quedará totalmente ratificado hasta después del verano.

Tal y como explicaron fuentes del ente portuario, el procedimiento manejado pasa por establecer "una especie de crédito puente", adelantando el dinero necesario para la obra del inmueble. Una cuantía que sería posteriormente reingresada por el Puerto a través de la oferta que realice el futuro adjudicatario del proyecto de oficinas.

"Cuando se pongan a disposición del adjudicatario los terrenos se le pondrá una carga que es el pago a la Autoridad Portuaria del dinero que hemos invertido en ese edificio", explicó Rubio, quien confirmó el deseo de la institución de activar este mismo año la contratación del proyecto de construcción del edificio de la Agencia Tributaria. Una circunstancia que, a priori, aplazará a los primeros de 2020 el paso definitivo en el concurso del complejo de oficinas.

Y ello porque los responsables del Puerto quieren, ante todo, "tener un calendario bastante preciso" sobre el traslado de las instalaciones actualmente asentadas sobre Muelle Heredia y su posterior puesta en carga. Pero Rubio deja claro ante el interés creciente despertado por la futura convocatoria que la plasmación de los aprovechamientos terciarios fijados en el Plan Especial del Puerto para esa franja de terrenos tienen aún por delante un camino relativamente largo. "El adjudicatario futuro del complejo tardará aún año y medio o dos años en poder empezar las obras porque hasta que no se vaya la Agencia Tributaria no se puede iniciar la actuación", precisó.

Lo que años atrás hubiese sido un obstáculo quizás insalvable se minimiza tras la modificación de la ley, que permite extender las concesiones demaniales hasta los 50 años. Esto resulta clave para que cualquier operador pueda ajustar sus cálculos de inversión. A la espera de que se pongan negro sobre blanco todos los detalles de la operación de Muelle Heredia, el montante económico que se maneja para la construcción de los edificios de oficinas, de los espacios comerciales en planta baja y los aparcamientos subterráneos puede alcanzar los 50 millones de euros.

El Puerto, que tiempo atrás manejó seriamente el destino de esta parcela a la construcción de un centro comercial, acabó virando ante la negativa del Ayuntamiento a contemplar otro uso que no fuese el de oficinas. Una exigencia muy ligada a los numerosos informes existentes en los últimos años que ponen de manifiesto la alta demanda de espacios de trabajo existente en la capital y la escasa oferta. El último ejemplo de ello lo expuso el pasado jueves la consultora Savills Aguirre Newman, que advertía de la necesidad de disponer de al menos 50.000 metros cuadrados de uso terciario para responder de manera inmediata a la petición de empresas.