El Puerto de Málaga procede a limpiar la Farola tras la calima

Málaga empieza a quitarse el filtro sepia que dejó el pasó de la calima junto a las lluvias de finales de marzo. Todavía quedan resto de barro en las calles y en muchos edificios que antes lucían blancos, como recién encalados. Es el caso de la Farola, el faro del Puerto de Málaga, –único de España con nombre femenino–; que después de dos semanas con un aspecto más propio de climas desérticos que puramente mediterráneo, ya están trabajando para devolverlo a su estado original.

Una cuadrilla de operarios de la empresa de limpieza que trabaja con la dársena está trabajando desde este lunes con agua a presión para eliminar la capa de polvo que quedó incrustada en el faro después de las lluvias de barro del pasado mes.

En el Puerto, también se aprecian todavía los restos de la calima en la pérgola escultórica que imprime carácter sobre el Muelle 2, que ha dejado de tener un blanco impoluto para lucir un tono tierra más propio de un Western.

En el resto de la ciudad, aún se puede notar el paso de la borrasca junto al polvo africano en las fachadas de muchos edificios que, previsiblemente, irá desapareciendo paulatinamente, a que las empresas de limpieza y los equipos de agua a presión están desbordadas y en rotura de stock, respectivamente.

En cuanto al plan del Ayuntamiento de Málaga, el 25 de marzo se inició un plan de baldeo de la ciudad para eliminar los restos de barro, por la que se reforzó con más operarios de Limasam para eliminar los restos de la calima de la ciudad lo antes posible.

Respecto a la Farola, cabe recordar que el Ministerio de Cultura incoó el pasado mes de enero su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) cuyo carácter emblemático por su función como guía para los barcos y su arquitectura en el paisaje de la bahía se prolonga desde hace ya 200 años.