Empieza ya a conocerse hasta dónde alcanza la herida que el coronavirus deja sobre las arcas de algunas administraciones públicas. A la espera de que los grandes ayuntamientos malagueños pongan números a las pérdidas en sus ingresos, otros organismos públicos sí dibujan la complicada realidad en la que se encuentran. Uno de ellos es el Puerto de Málaga.

El ente presidido por Carlos Rubio, que venía disfrutando de varios años de bonanza y que echño el cierre a 2019 con 2,4 millones de beneficios, se topa ahora con una realidad bien distinta. La Autoridad Portuaria admite que este 2020 lo podría concluir con unas pérdidas de 3,5 millones.

De ello queda constancia en una respuesta oficial emitida por el Gobierno central, con fecha del pasado 10 de agosto. A preguntas del grupo parlamentario Vox, el Ejecutivo desglosa la incidencia negativa que la pandemia está teniendo, subrayando unas previsiones ciertamente adversas.

En su detalle de la situación, apunta una pérdida de ingresos de unos 3,8 millones en las tasas de utilización, que corresponden a los buques, al pasaje y a las mercancías, valor que los propios responsables portuarios creen que puede rebajarse en los últimos meses del año. De esta suma, inciden en la repercusión que la crisis sanitaria tiene sobre la llegada de cruceros a la capital de la Costa del Sol, al punto de señalar que de unos ingresos previstos de 2,6 millones, "sólo se computan 685.000 euros".

En el caso de las líneas regulares, la cifra estimada se reduce en 900.000 euros, quedando su repercusión en 1,7 millones "como consecuencia de la incertidumbre asociada a la Oferta Pública de Empleo 2020 y una reducción muy significativa de la carga rodada durante la pandemia". Asimismo, se contempla una caída de unos 300.000 euros en mercancías, en especial en los contenedores y los vehículos.

A estos números hay que agregar las medidas de ayuda y estímulo impulsadas para apoyar la economía y el empleo, que suponen una reducción de la cifra de negocio de algo más de un millón de euros. Otro detalle que ponen de relieve en el Puerto es la necesidad de suscribir una póliza de crédito a corto plazo "para cubrir unas necesidades de financiación de 1,5 millones".

En la respuesta oficial, se precisa la existencia de 25 empresas que han solicitado acogerse a las medidas de estímulo. En el caso de las dos concesionarias de las terminales de pasajeros, ello trae consigo una reducción de la tasa de ocupación del 60%, con un impacto de 530.000 euros; en el resto de actividades, la reducción media del 10%, con un impacto de unos 350.000 euros.

Es evidente también el valor de las medidas de estímulo aplicadas, caso de la supresión de los mínimos de la tasa de actividad, "evaluada en alrededor de 360.000 euros", y la reducción de la indemnización por tráficos mínimos, que se estima en una caída de los ingresos de unos 300.000 euros.

A estas iniciativas hay que agregar otras con las que el organismo portuario ha buscado dar liquidez a las empresas. Entre ellas, el aplazamiento seis meses sin intereses ni garantías para las tasas devengadas desde la declaración del estado de alarma y hasta el pasado 30 de junio. Un periodo que se ha ampliado ya hasta octubre. La cifra afectada por estos aplazamientos excede ya los 3 millones de euros, según fuentes consultadas.