El Puerto de Málaga busca alternativas para reflotar su tráfico de mercancías. Según ha podido saber este periódico, existía una línea de negocio abierta con la firma de automóviles Renault para que desembarcara su flota por Málaga para distribuir al resto de Andalucía, pero finalmente lo hará por Algeciras. Ahora, el objetivo hasta final de año es cerrar una línea comercial de carga rodada con Tánger, un viejo caballo de batalla que aún nadie ha conseguido poner en marcha. En su momento lo intentó sin éxito la agencia marítima Peregar y fuentes portuarias aseguran que los contactos se han retomado por otras vías para que sea una realidad. Las negociaciones marchan avanzadas y el objetivo es que empiece a operar antes de diciembre.

Pero el Puerto de Málaga pone sus vistas a medio plazo y trabaja con nuevos mercados que deben ver la luz en primavera. "Entonces esperamos dar un pequeño impulso y reanimar el tráfico porque el sector está muy parado", subrayan las fuentes consultadas. Una de las principales vías de entrada y salida de mercancía son los buques porta contenedores. En la actualidad, merced al último acuerdo alcanzado con la principal operadora mundial Maersk, se mueven unos 12.000 containers mensuales desde Málaga. El objetivo es copar más protagonismo en las nuevas líneas que se puedan establecer y buscar otras nuevas, pero se trata de una opción que se trabaja desde hace tiempo con poco éxito. "Con la crisis se mueve un 30% menos de mercancías y los puertos más grandes del mundo se están resintiendo y esta cadena afecta a todos", explican las mismas fuentes, que señalan a Tánger como el principal objetivo para seguir creciendo.